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jueves, 9 de junio de 2011

En el salón

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Sentados en el sofá viendo la televisión noto como tus piernas se mueven, en un abrir y cerrar de ojos tus nalgas se sientan sobre mis piernas, tus piernas atrapan las mías, y tus manos desatan el nudo de la corbata y comienzan a desabrochar los botones. Como un espectador contemplando una escena erótica me quedo inmóvil, sintiendo tus movimientos y caricias. Tus caderas se mueven y siento como tu ropa interior soba el bulto se esconde en el interior del pantalón, no te hace falta comprobar con tus manos como va creciendo el miembro, el bulto cada vez crece mas, como también aumentan con intensidad tus bambeo, demostrando que te gusta sentirlo, se que lo deseas pero me harás esperar a que el momento llegue. Imagino que te estarás mojando. No importa que tus flujos manchen la ropa, otro traje limpio espera, es mas me gusta, me encanta que te mojes y corras sobre mi, como cuando lo hacemos desnudos.


Tus manos se cuelan por la camisa a medio desabrochar, tus dedos tocan mi pecho, acariciando el vello que cubre parte de mi cuerpo, no lo puedes resistir y tomas uno de mis pezones y como si fuera uno de los tuyos lo aprietas y retuerces, me excita, me derrite, me gusta como solo tu lo sabes tocar, deseo tus labios... tu lengua... tu boca... tus dientes. Muerdelo, chupalo, hazlo, hazlo, grito para mi. Todo ello sin dejar de notar mi pene erecto, duro, empalmado en su plenitud... y tu sexo deslizandose sobre la ropa interior. Hago intento de agarrarte, de poseerte, de dominarte, pero tus manos me atrapan e inclinando tu rostro sobre una de mis mejillas vas susurrando un "shhh" sobre mi oído mientras tu boca comienza a mordisquear mi cuello, no tardo en sentir unas cosquillas que se transforman en escalofríos. Mi bulto palpita, convulsiona, ya lo has notado, no lo puedo evitar. Dejo de hacer fuerza con los brazos, te dejare liberar tus deseos y fantasías sobre mi, y vuelven ahora tus manos a apretar mis pezones con fuerza, casi duele, pero es un dolor placentero, me gusta, me encanta, y las caricias de tu boca provocan que mi vello se erice, soy tuyo, no te hace falta saber que seré un animal deseoso de sexo cuando me liberes, te has asegurado que solo piense en ti y en nadie mas.


Tus pezones esperan, duros como piedras, empitonados, los noto sobre mi piel, tan solo me dejas que desabroche el sujetador, pero nuevamente me vuelves a parar. Tu sujetador te estorba, pero no te importa, no me vas a dejar que lleve las riendas. Sigues moviendote, ya has debido tener un par de orgasmo, lo presiento al notar mis piernas húmedas, se que te has corrido, pero aun así deseas mas, quieres mas...



Tus delirios invaden tu cuerpo, Tus labios comienza a descender por mi cuello, donde lo succionas despacio, siento el recorrido de tu lengua, y como me vas humedeciendo, provocando que no deje de notar escalofrios, con rapidez tus manos terminan de desabrochar los botones que faltan a donde llegan tu rostro. El primer roce de contacto de tus labios sobre mis pezones me erizan, sabes que me gusta, sabes como me gusta. Tus ojos buscan los mios mientras tus dientes comienza apretar y tu lengua lo relame. No sabes cuanto me excita, solo deseo hacer lo mismo con tu cuerpo, deseo apretar y retorcer tus pezones, sobar tus pezones. No puedo sacarme la idea mientras me sigues derritiendo, no puedo mas, deseo tomarte, deseo sacarte la ropa y... mis pensamientos me van devorando, las ansias por tomarte me excitan mas, deseo liberarme y soltar las riendas... Pero de repente cambias las estrategia.



Tus labios se separan de mi cuerpo, me miras y tus labios besan los mios, nuestras lenguas se entrelazan con deseo, compruebas que estoy poseido por el deseo, sabes que me tienes excitado, no hace falta que diga una sola palabra, te separas, y mientras tus ojos se fijan en los mios. Tus manos sacan la camiseta y el sujetador, no puedo evitar mirar para tus pezones, los deseo, muevo mi cuerpo pero es imposible tus manos apoyandose en mis hombros me empujan atras mientras tu cabeza gira de un extremo a otro... Y en un abrir y cerrar de ojos tus piernas se mueven, tus pies se apoyan sobre mis hombros, tus caderas se apoyan sobre mi abdomen y siento tus manos como bajan la cremallera del pantalon, en un abrir siento tus manos como tocan mi bulto y sacas mi pene que comienzas a jugar con boca.





Tu boca rapidamente limpio todo lo que estaba mojado, lamiendo y empapandote con la lengua de todos mis flujos. De repente paras, apartaste con coqueteo, como siempre, tu melena hacia un lado para que tu cabello no estorbara y comenzaste con el ritual con el que siempre me deleitabas. Sentia el meneo de tus manos sobre mi falo duro y erecto mientras notaba en la punta de mi verga tu lengua, circundando muy despacio todo el contorno del glande, sientiendo como te parabas sobre la abertura de la punta, buscando que salieran una vez mas las gotas de mi ser. Apartaste tu rostro hacia un lado y pude ver como tu lengua recorria todo el largo de mi pene, dejandolo mojado; para otra vez mas notarme en tu boca, tu lengua no paraba de moverse como una serpiente, humedeciendo a la vez que tus dientes apretaban... provocando que tuviera espasmos y sacudidas. Tanto te excito el palpitar que no dudaste en tragarla entera. Casi puedo sentir tu garganta. Te incorporaste y chupando mis flujos mezclados con tu saliva me miraste y sonreíste pícaramente, y tomando con las manos mis testículos comenzaste a estimularme. Estaban hinchados... crecidos... tal como a ti te gusta; apretabas con suavidad solo como tu sabes excitarme para tenerlos asi. No pude resistirme mas y mi rostro se pego a tu entre pierna, aun tapada por aquella ligera tanga, pero no me importaba. Con los dientes procure apartarla de tus nalgas y poder lamer tu sexo, queria llenarme de tus flujos. Tu olor era persistente y me estaba volviendo loco con tus caricias, no te hice esperar y mi rostro se pego, el primer roce te produjo un escalo frio, lo deseabas, tus manos soltaron mi miembro y mientras tu boca comenzaba a succionarme tus dedos apartaron la tanga facilitandome que pudiera lamer tu sexo.

miércoles, 1 de junio de 2011

Recuerdos de antaño... Retales del presente.

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Hacia tiempo que no intercambiaba con ella nada que rozara lo erotico o sexual. Y ojala algo de lo virtual se pudiera convertir en real, en mi retina llevo guardadas las imagenes que me regalo, junto con los comentarios que sin maldad me confeso.



Hace un tiempo me confeso que se afeitaba el vello pubico, y cuando hablamos de sexo, esas cosas me excitan y provocan mas de lo normal. Pero siempre que hablo con ella soy mas receptivo a sentirme excitado y dispuesto al sexo.



Mas de una noche he fantaseado imaginado su cuerpo desnudo pensando en sus redondeadas y ligeras curvas que representan sus pechos. Una noche los pude comprobar mientras jugabamoscon la cam. Sin tapujo ni reparos me lo mostro. Y descubri que escondia unos pezones que provocan succionar con los labios, mientras con lengua acentuaria su crecimiento hasta completar el proceso de dejarlos duros como piedras y empitonados.


De las pocas veces que pude verla con mis propios ojos no pare de fijarme en sus caderas, (con la excusa de mirar su culo), que vistas desde atras lucian unas redondeadas y provocativas nalgas dignas de manosear, pero lo mas excitante y lo mejor era lo que ocultaba entre sus ingles. Su sexo.







No imagino las veces que se habra podido masturbar, se que alguna vez lo ha hecho pensando en mi, se que ya no es virgen, como antaño era la primera vez que hablamos. Recuerdo una de las veces que subio conmigo al coche y salimos a entregar un paquete, lucia una corta falda vaquera azul, con cualquier otra mujer habria acercado mi mano.


Pero el limite entre el deseo y el respeto es una barrera intraspasable. Deseaba tocar sus dulces labios, acariciarios, hasta provocar su excitacion. Conseguir que se mojara para mi. Poder hundir un dedo en su interior hasta que exhalara el baho por sus labios poseida del extasis y del delirio.



Si pudiera convertirme en invisible, transformar y evaporizar mi cuerpo en algo ligero como el aire me quedaria contemplando su cuerpo. Hoy estaria contemplando como su manos acarician su cuerpo mientras el agua cae por su torso duchandose. Y seria la mano que con sigiloso cuidado afeita ese vello pubico hasta dejarlo limpio y preparado para practicar sexo oral.












Hoy tengo sensaciones contradictorias, pues el limite entre la amistad y lo contrario esta a un paso, me prometi no hablar de sexo ni hacerme daño por no poder hacer con ella cosas que podria con cualquier otra, si hay un amor imposible esa es ella, si morire con una espina clavada, ella sera la mia. Pero no puedo verla de otra manera sino como una mujer que respeto pero que tambien deseo. Todo comenzo... con un "me quiero dar una ducha". Hace muchos meses que no hablo de sexo con ella y no se porque deseaba hacerlo con ella, afeitar su vello, lamer y devorar todo su sexo hasta la ultima gota que flujo que me deleitara y quien sabe si quizas algo mas...



Llevo conociendola años, aun no era mayor de edad, fue de casualidad, coincidencia. Un dia abri un correo y no se como elegi el suyo. Lo agrege a mi messenger y al poco tiempo coincidimos y comenzamos a hablar.



La relacion que hoy mantengo no sabria como denominarla, es algo mas que una buena amiga, no es mi amante aunque la deseo, y no es mi pareja, pero desearia que lo fuera. Es complicado.



Hoy viene a cuento, porque es de las pocas experiencias mas reales que puedo transcribir. Su nombre no es relevante, se que ella sabra que estas letras la representan. Se que ella sabe lo que siento, aunque a veces yo no sepa todo lo que ella piensa o siente. Como he dicho es complicado.



Desde algun tiempo, cese todo juego erotico que podia haber mantenido y deseado como hombre para con ella. Si bien aun conviviendo en la misma proximidad todo ha sido virtual salvo nuestros encuentros ocasionales por la ciudad que han sido de lo mas normal como dos amigos.



Sus lindos ojos marrones con su larga melena color miel casi rubia y su cara angelical es algo que no puedo soportar. La rabia, la impotencia, las obligaciones me atan, es un querer y no poder, es un decir te quiero con el alma cuando con el cuerpo no puedo demostrarlo. Pero todo lo recompensa pues lo he oido de su boca. Y he conseguido que se diera cuenta que en realidad lo siento.



Todo esto no es mas que romanticismo, lo realmente erotico comienza a raiz de un comentario que recibi en un mensaje en el movil y otro que le envie.



Realidad o ficcion, eso lo dejo a la eleccion de cada uno.
No tenia pensado escribir, pero al menos ahora siento un poco de alivio... a tanta frustración.

domingo, 29 de mayo de 2011

Colaboraciones: Una noche muy caliente

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Me lo adelantó con un mensaje en el transcurso de la tarde: " ¡¡¡Preparate para una noche caliente, muy caliente amor!!! ¡Vas a gozar como nunca en tu vida! José".

...Ese mensaje hizo volar mi imaginación y de inmediato comencé a preparar el ambiente: compré velas, elegí la música que nos gusta a los dos (The Beatles)y por supuesto mi ropa: tanguita de raso y encaje blanco, esa que se me mete en la cola y se transparenta un poco adelante dejando ver parte de mi tatuaje, y corpiño haciendo juego, una blusa bien escotada y pollera de una tela suave que a él le encanta tocar. Me di un baño relajante, preparé una cena romántica, puse champagne a enfriar y me preparé para lo que me había prometido.

Llegó puntual, se sonrío muy seductoramente, me dió uno de sus besos que me vuelven loca, me acarició por encima de la ropa, rozó con su boca mis pezones y me dijo: "¿Cenamos?". Fue una cena hermosa, charlamos mucho y cada tanto me acariciaba y besaba, anticipando con su mirada la noche que íbamos a vivir.Cuando fui a buscar el champagne me sorprendió diciéndome: " Mejor lo dejamos para brindar a la vuelta", lo miré intrigada, no sabía que pensaba salir y la verdad es que estaba ansiosa por irnos a la cama.Se lo dije y sin dejar de enloquecerme con sus caricias y besos, me susurró al oido: " preparate, vas a vivir tu mejor noche".

Salimos, le pregunté a dónde ibamos pero se limitó a sonreir mientras con una mano pellizcaba mi pezón. Después de 4 o 5 cuadras, paró el auto y me vendó los ojos, me besó y ató también mis manos. ¡Yo estaba muy excitada! y estaba empezando a notarme mojada.Siguió conduciendo durante 5 o 10 minutos mientras con su mano libre me acariciaba: metia sus dedos en mi boca, rozaba suavemente mis pechos y levantaba mi pollera acariciandome por encima de mi tanga. La verdad es que me moría de deseo, quería llegar ya al sitio dónde íbamos y sentir tus manos y boca en todo mi cuerpo. Él, sabiendo de mi deseperación y excitación, demoraba el momento de llegar.

Ya en el sitio, comenzó muy despacio a besarme como sólo él sabe hacerlo: empezó por mi boca, cuello, hasta ir bajando a mis tetas que estaban duras esperando su lengua.Las rozó muy suave incrementando cada vez más mi deseo, me desvistió muy lentamente y me acostó. Cuando yo suponía que iba a continuar son sus besos, me sorprendió una vez más atando mis pies y manos a los cuatro extremos de la cama. ¡Yo estaba empapada de la excitación y deseaba deseperadamente que su boca y manos llegaran a mi clítoris para acabar en su boca!

Así lo hizo, pero demorando nuevamente cada instante, cuando por fin acabé fue una explosión de placer que recorrió todo mi cuerpo dejándome temblequeos por más de un minuto.

Yo crei que me iba a desatar y quitar las vendas, me moría por sentir su verga en mi boca, por retribuirle tanto placer, por sentirlo dentro mío; pero no fue así.

Después de darme un momento para descansar, volvió a continuar con sus besos y caricias, y a los pocos minutos yo estaba nuevamente excitada al máximo y le pedía por favor que me penetrara.

"Con calma, amor" , me dijo y siguió recorriendo con su lengua mi vulva mientras sus dedos se introducían en mi culo y mi concha.

En ese instante, mientras sentía sus manos y su boca dándome un placer infinito, me sorprendí al sentir su boca también en mis pezones, creí enloquecer y no podía darme cuenta que era lo que pasaba, mi mente estaba totalmente desconectada de la realidad, y sólo cuando escuché su voz diciendo: " Alterna los besos con pequeños mordiscos en sus pezones", me di cuenta de que había otro hombre a mi lado.

Aunque lo creía imposible, mi excitación aumento aún más; era extremadamente placentero sentir dos lenguas y cuatro manos recorriendo mi cuerpo y dándome más y más placer. Grité como loca mientras tenía un orgasmo atrás de otro y perdía totalmente la noción de la realidad, no sabía quién estaba haciendo qué, pero el placer que Ale y José me daban era indescriptible.

Y cómo si esto fuera poco, después de descansar un buen rato, aún con los ojos vendados, desataron mis piernas y mientras José me besaba en la boca, llenándome con su saliva, Ale me puso de costado y se introdujo en mi culo, haciéndome gritar nuevamente de placer.

Cuando creí que todo terminaba, me desataron las manos pero me pidieron que continuara con los ojos vendados: "Ahora viene la mayor sorpresa", dijo mi novio. Sentí que la cama se hundía en un costado y unas manos que no reconocí me subieron arriba de otro cuerpo mientras las manos de José metían una verga enorme en mi concha y Ale volvía a penetrarme por atrás.

El resto de la noche, queda librado a la imaginación de quienes lean esto.


Autor: JoséPaloma

miércoles, 27 de abril de 2011

Diana

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Una tarde de agosto preparaba dos asignaturas para los exámenes de septiembre. Hacía un calor de justicia, y aunque la biblioteca contaba con aire acondicionado, no era suficiente. Alli en un instante que levante la vista de los apuntes la ví. Y durante un instante capto mi atencion. Llevaba un pantalón corto de chándal y una camiseta sin mangas, no muy apretada, pero que marcaba bastante sus pechos. Una 90, intuia, muy delgada lo que hacia que sus pechos resaltaran bastante mas. Recogía su pelo rizo negro mediante una goma, formando una coleta para mantener el cuello libre de aquella pesada melena. Con este vestuario tan veraniego y sugerente de repente estaba sudando la gota gorda.
Volvi a posar la vista sobre los apuntes. Durante un tiempo intente concentrarme, pero me resultaba dificil. Aquellas imagenes grabadas en mi retina daban vueltas por mi mente. Levante un par de veces mas los ojos fijandome en ella. Tras largo tiempo y de fracasar en los intentos por estudiar recogi las cosas y me levante, al tiempo ella hizo lo mismo, salia de la biblioteca.
A fuera sacando tabaco vi para el libro que su mano sujetaban. Intentaba compreder las base de datos de Access. Nos miramos y sin esperarmelo, me saludo.
-Hola, que tal. Me llamo Diana- me dijo.
Nos presentamos y charlamos un poco. Me dijo que tenía que aprender todo lo posible acerca de base de datos, porque en la asesoria donde trabajaba por las mañanas estaban cambiando todo el software antiguo por programas de ofimática más modernos. Llevaba unas semanas un poco agobiada y había decidido aprovechar las tardes libres para avanzar un poco.
La verdad reconozco que Diana era una persona encantadora. Aunque al principio la primera impresion por su forma de vestir era de inaccesible. Pero pronto me di cuenta de mi error, congeniamos bastante. En distancias cortas resultaba muy guapa, bastante mas de lo que me habia parecido a distancia. Su estatura era baja, aproximadamente 175 cm.
Pasariamos más de una hora hablando, y como yo ya no tenía ganas de seguir estudiando, fuimos a tomar un café. Cerca de las nueve nos despedimos, ya como amigos, y le ofrecí mi ordenador, ya que ella no tenía en casa, para practicar con las base de datos. Ademas a mi se me daba bastante bien. Quedamos para la tarde siguiente. En mi casa, ni mis padres ni mis hermanos nos molestarían, unos trabajando y otros de vacaciones.
A las 4 sonó el timbre. Abrí y al ver a Diana sentí un hormigueo en el estómago, una sensación que me desconcertó, pues me recordó a lo que siento cuando me preparo para una sesión de masturbación. Venía ataviada con un vestido de esos que son como una camiseta muy larga, que hace de falda. Ésta resaltaba sus pechos sobremanera. Yo por mi parte llevaba una camiseta vieja, y un pantalon corto de hacer deporte pero que solamente usaba para casa.
Nos sentamos al ordenador y comencé a explicarle los fundamentos del programa, siguiendo por casos prácticos, profundizando un poco. A eso de las 6 de la tarde yo estaba agobiado por el calor y le pregunté si no le importaba que me fuera a dar una ducha rápida. No le importó, se quedó acabando un presupuesto ficticio.
Ante de abandonar la sala donde esta el ordenador le comente que podia mirar la carpeta de mis documentos donde habia casos practicos mas sencillos- mientras decía esto recordé que aparte alojaba otro tipo de archivos, tenía cientos de fotos y videos porno. Pero por no delatarme preferí correr el riesgo. Quizá no se percatase.
En el baño, abrí el grifo y volví a mi habitación para coger ropa limpia. Prefería vestirme en el baño y no en mi habitacion, para evitar salir por el pasillo con la toalla y evitar que se pudiera incomodar.
Al entrar vi que Diana había descubierto mi secreto tenia la carpeta de las fotos en el fondo mientras estaba abriendo un video, con el reproductor. Minimizó éste y puso cara de circunstancias.
-Perdona, sin darme cuenta abri una carpeta y me encontre...- dijo, con la cara roja como un tomate.
-Ah, sí. Eso lo descarga mi hermano -mentí-. Lamento no haber previsto esto- creo que mi voz me delató, pero no se me ocurrió otra excusa mejor-.
Avergonzada ella y ligeramente aturdido yo cogí mi ropa y volví al baño. Me desvestí, pero antes de meterme en la ducha, me picó la curiosidad. ¿Seguiría Diana ojeando mis videos? Cerré la puerta del baño por fuera y me acerqué sigilosamente hasta mi habitación. Asomé la cabeza asegurándome de que fuera imposible que ella me viera, tanto directamente como mediante el reflejo del monitor.
Efectivamente, la pantalla mostraba a una rubia con 2 hombres. Ella de rodillas, comiéndoles la polla alternativamente, y en ocasiones con los dos miembros dentro de su boca. Pero lo que me dejó de piedra fue el resto. Diana estaba con los ojos como platos, y con el dedo corazón de ambas manos acariciaba sus pezones (marcadísimos) por encima de la tela del vestido. Cada poco los agarraba y estiraba con fuerza, hinchándolos más todavía. Realizaba lentos movimientos circulares, rodeando los pezones. Mojaba sus labios con la lengua y su respiración era cada vez más audible. No me agradaba en absoluto la idea de espiar a mi amiga, pero la situación me estaba poniendo a mil.
Estaba mi propio miembro empalmado, notaba sus palpitaciones, hasta el punto de sentir como estaba el glande humedo y mojado. No pude contener las ganas y acaricié mi pene, descubrí que estaba empapado y me resultaba facil mover mis manos a traves de todo el tronco, tal era la excitacion que como pocas veces no pude contenerme y llevé mi mano a la boca para saborear mis caldos.
Volvi la vista y contemplé a Diana, empezaba a bajar una mano a tocar su sexo. Con las piernas muy abiertas, y con la mano derecha masajeando frenéticamente la zona de su sexo mientras que con la izquierda apretaba sus tetas.
Despacio regresé al baño y me metí en la ducha. Realmente no podía volver en la situación que estaba, así que decidí masturbarme furiosamente. Comencé a estirar mi pene hasta hacerlo enrojecer. Cuando estoy cachondo me gusta acariciarme el ano, y pocas veces había estado como entonces. Mojé con el abundante flujo de mi vagina toda la mano e introduje el dedo índice en mi culo. Esa sensación de estar totalmente excitado me pone a mil. Seguian las sacudidas sobre mi miembro y el ano penetrado por uno o más dedos de mi mano derecha. Introduje dos dedos más en mi culo, hasta notar el esfínter totalmente tenso. Continué en esta posición durante unos minutos.
Al cabo de unos minutos me corrí a lo bestia, como nunca. Una descarga tremenda me hizo caer al suelo, mientras mi cuerpo se tensaba y destensaba. Tirado disfruté del maravilloso orgasmo que me acababa de proporcionar. Volví abrir el grifo de la ducha para refrescarme.
Me vestí y volví a mi habitación, haciendo bastante ruido para que mi amiga me oyera salir. Habían pasado más de 25 minutos desde que dejé a Diana para ducharme. Pero ella no parecía muy molesta por mi ausencia. Nuestras miradas se cruzaron como diciendo "Sabemos lo que ha pasado pero ninguno hará comentario alguno. La pantalla de mi ordenador mostraba un ejercicio de access, pero en la barra de tareas, el reproductor de archivos multimedia seguía abierto.
El resto de la tarde tampoco tuvo desperdicio, pero eso... ahora no lo comentaré.

El caso es que por aquel entonces pasaba las tardes estudiando en una biblioteca muy cerca de mi casa. Acudía solo y no solía entablar conversación con nadie, porque si no el tiempo me pasaba volando y no me cundía. Hasta que conoci a Diana.

lunes, 4 de abril de 2011

Memorias de antaño

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Es media noche, acudo a tu llamada, tu cuerpo y alma me espera en el balcón. No tas mi presencia pero no mi llegada. Me transformo y mis manos se posan en tu cintura, te acaricio y arropo con mis brazos dandote un agrado, con satisfacción te revuelcas. Mis labios te besan en el final de tu mejilla cerca de tu oreja, un olor a fragancia entra por mi respiración, no es tu colonia es tu excitación. Siento tu corazón palpitar, esta agitado. Casi presiento como bombeas sangre por todo tu cuerpo, sabes que en cualquier momento delirare y mis colmillos se acrecentaran buscando mi alimento. Lo sabes y me ofreces tu cuello.

Así lo hago, me acerco sigilosamente, procurando tu excitación, lo noto, tus pezones se han endurecido, taaanto que los noto apuntando sobre mis brazos que aun te rodean. Vuelvo en mi forma humana, no se que me pasa contigo que no es fácil controlarme, no puedo convertirte, lo sabes, sabes que te deseo, que te amo. Pero giras mas tu cuello, y con una mano apartas tu pelo. Me excitas, se ha ergido aparte de mis colmillos el bulto de mi pantalón. Abro la boca y con sutileza lamo tu cuello. No puedo contenerme mas y muy despacio y suave succiono y chupo tu cuello tragando sangre. Te has excitado. Huelo tu flujo, se que tus bragas se han mojado y tu clítoris ha florecido. No lo dudo y mis manos corren a su encuentro. Concentro mis dedos cercando a ambos lados de tu sexo y sin hacerte esperar comienzas mis caricias que estimulan tu sexo. Tu clítoris esta vibrando y mis labios se mojan del vino que me mantiene con vida, te desmayas pero la excitación persiste y puedes notarlo. Tu flujo se hace mas persistente y viscoso. No lo dudo y sin previo aviso mis dedos se introducen por dentro de la ropa y salvando la ropa interior hacen contacto con tu sexo. Esta húmedo, esta mojado, como la ropa que lo recubre que también esta impregnada. Saco una mano y la acerco a mis labios. Chupo los dedos mientras siento como la piel de tu cuello donde se adosa mis labios se pone de punta.

domingo, 20 de marzo de 2011

Andrea, mi prima.

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Pasaba una semana de haber cumplido los 18, estábamos solo en casa mi prima Andrea y yo. Desde pequeños estábamos muy unidos; con ella compartía secretos, íbamos al cine, a la piscina, a veces de vacaciones... así como tantas otras cosas. Pero esta tarde era especial.


Como comentaba, pasaban 7 días, pero para mi se habían hecho largos, parecían una eternidad. Desde hacia meses que alguna noche me masturbaba fantaseando y pensando en ella. Sintiendo los roces y caricias de mis dedos y manos anhelando que fueran las de ella. Las dos semanas que precedían a mi fiesta, estuve realmente mas propenso al sexo. Estaba un poco mas alterado de lo normal, quizás el calor y ver a tanta chica con ropa ligera había abierto mi imanación, y la falta de tener con quien hacia que recurriera a masturbarme mas de lo normal, llegando a hacerlo hasta casi 5 veces al días, incluso alguna vez un poco mas.


Durante esos varios días previos Andrea me pregunto que deseaba como regalo, y como siempre me hacia el desinteresado. "Cualquier cosa" respondía, "con tal que vengas tu ya es suficiente". Dos días antes, en la noche me mando un mensaje al teléfono. Era casi de madrugada. Estaba masturbándome, pensando en ella, paré; y cuando vi que el mensaje que aguardaba a leer era suyo sentí un cosquilleo que recorrió todo mi cuerpo, era una sensacion extraña la que llenaba por todo mi cuerpo, pero muy placentera, de dejarme a poco al borde de una eyaculación.


Abri el mensaje, preguntaba por lo mismo. En ese momento aun con las ultimas cargas sexuales recorriendo por mi cuerpo pense y respondí si habia dormido ya con algun chico. Sin pensarlo dos veces envie el mensaje poseido aun por las llamas del deseo de sexo, y estuve a la espera mientras seguia acariciando mi falo que estaba entre medio flacio y erecto. El tiempo de espera fue en aumento... y provoco mi desesperacion, quizas le habria parecido mal, tal vez le hubiera molestado la pregunta.


Tras una larga espera, recibi nuevamente un mensaje, no tarde en ver que era ella y lo abri con rapidez, queria saber lo que habia escrito. Lejos de parecerle deshonesto u ofensivo la pregunta, me respondió que no, que aun no lo habia hecho, y porque se lo preguntaba. Ahi comenzo el juego.


Le propuse a cambio de no hacerme ningun regalo volver a dormir juntos como habiamos hecho alguna de las veces cuando estabamos en la playa de vacaciones un dia que me quedara solo en casa, lo cual sabia que seria hoy. Sabiendo lo que pasaria de aceptar por mi mente empezaron a dibujar todo tipo de escenarios eroticos. La reacción mientras leia aquellas letras del mensaje que habia enviado fue inminente en mi cuerpo. Mi pene nuevamente estaba a erecto y duro. Mis pulsaciones se aceleraron hasta el punto que a la vez que sujetaba con una mano el telefono y releía aquella frase, una y otra vez, con la otra me daba pequeñas caricias y sacudidas por el miembro.


No tardo ni 5 minutos en replicar al ultimo mensaje aceptando. Pero todavia estaba extrañada porque deseaba eso como regalo y no otra cosa. Tal grado de excitacion tenia y que no pude reprimir contestar que añoraba las veces que dormiamos juntos pues me gustaba hacerlo con ella. Envie el mensaje mientrs seguia con mi juego calenturiento.


Tardo en responder, lo cual me preocupo, pare de masturbarme y tomando el movil volvi a enviarle un mensaje preguntando si me había parecido mal lo que había escrito, no tardo en responder, pero mi sorpresa fue el texto que habia escrito.


Preguntaba de estar juntos ahora si le apeteceria dormir juntos. Leyendo aquellas palabras mis ganas por masturbarme se habia multiplicado, hasta el punto que podia notar mi glande humedo y mojado, recorriendo el falo con fuerza. Mi excitacion iba en aumento, sentia como mi semen esperaba el momento para salir cuando sono nuevamente el telefono, otro mensaje me esperaba.


Un icono de imagen anexa dislumbraba la pantalla del telefono. Era un mensaje con imagen de Andrea. No dude en un instante que era una foto de ella, y mientras lo abria pensaba en que imagen perversa habría utilizado mi prima para enviarme. Abro la imagen. Un largo y frío escalofrío recorre mi falo dejandome al borde de una eyaculacion sin estar tocando mi pene.


No daba crédito a lo que estaba viendo. Mi prima Andrea se había bajado la parte inferior de su pijama mostrandome su ropa interior, colando las falanges de una de sus manos dentro de su ropa interior de manera insinuante. Aquello me excito, no lo esperaba. Giraba nuevamente un clip, estaba llegando otro mensaje con otra imagen. Esta vez era mas erótica y perversa, marcaba sus nudillos sobre aquella aparente tanga blanca, justo donde su sexo se parte en dos. Intuyendo con la vista que estaba tocando sus labios vaginales, insinuando que se se estaba masturbando. Y esta vez una frase muy provocadora. "¿Que dices...? ¿Te apetece dormir conmigo... o jugar a mayores...?"





Me derretía de gusto, dos fotos de mi prima, ¡¡¡mías!!!. Respondí al ultimo mensaje afirmando su pregunta y añadiendo que mas cosas también. En lo que duro la noche ya no me respondió mas, di por hecho que quizás se habría quedado pensativa por mis palabras, o tal vez que se habría quedado dormida despues de masturbarse y tener su orgasmo. Tras un tiempo me arrepenti de no haber correspondido a sus mensajes con foto enviandole a ella una de mi pene empalmado y duro; pero aunque que me apetecia, lo reconozco, y lo deseaba.. No sabia si seria contra producente. Al final y tras masturbarme y eyacular limpiandome a las sabanas de la cama me dormi.


A la mañana siguiente no hubo mensajes ni llamadas ni comunicacion alguna, estaba dubitativo por si algo le habria sentado mal y para no parecer que la cosa me interesaba tanto deje el asunto correr. Esa misma noche me mando un mensaje pidiéndome disculpas, pues se había quedado dormida. Preguntando si me habian gustado sus fotos, suplicandome que no se lo dijera ni enseñara a nadie, al igual que confesaba que tambien le había gustado lo que le había respondido y que le encantaría probarlo aunque le daba miedo todo aquello al ser primos, por si nos pudieran descubrir, sino si fueramos amigos no le importaria lo mas minimo.


Sin pensarlo dos veces baje la ropa interior y tomando bien el móvil enfoque a mi pene, en estado un poco flacido, y envíe esa imagen sin mas. Me gustaría que tus manos tocaran esto, y las mías donde tocabas tu ayer. No se lo pensó dos veces y respondió con premura, pregunto si esa imagen era mía, a lo cual respondí que si lo era. Y sobre el miedo de que fuéramos primos le respondí que yo tambien pensaba lo mismo.


El siguiente mensaje fue mas provocador, insinuando si aun era virgen, a lo que respondí que si, y si veía vídeos porno a lo que también respondí afirmativamente. Tras lo cual me respondió que estaba interesada en mi propuesta de dormir la siesta conmigo y si yo aun seguía queriendo. Fui un poco cabroncete y no respondí. Termine de correrme mientras miraba las fotos que ella me enviara la noche anterior.


Llego mi cumpleaños al cual asistieron familiares, amigos y vecinos. Pero mi mayor y mejor regalo fue cuando ella apareció. Andrea era una chica Rubia con su larga melena suela y aquellos ojos claros de color azul, sus pechos aun pequeños pero desarrollándose, llevaba puesto un vestido negro mostrando sus piernas delgadas y esbeltas. Se acerco, me dio dos besos y saco de una bolsa que traía en la mano en regalo que mis tíos me habían hecho. Abrí como siempre con cuidado el papel que lo envolvía. Era un pijama, le di las gracias mientras preguntaba por su regalo, a lo que susurro que estrenara para ella el pijama.





De oirlo estaba nervioso, excitado, no imaginaba que se atreviera a decir eso; mis feromonas de no controlarlas esa misma noche me acostaba con ella, pero no respondí nada. La mire y le guiñe un ojo como señal de que si. Lo pasamos bien y de cuando en cuando nos dábamos miraditas, y cuando no, descubríamos el uno al otro viendonos, una veces era ella quien descubria que yo la miraba, y otras era al reves.


Termino la fiesta y despidiendo a todos, le di dos besos muy especiales en las mejillas de, y un abrazo muy especial. Esa noche como todas las anteriores me había vuelto a masturbar pensando en ella. Cuando termine mi juego me percate que habia tenido dos llamadas de ella. Quizás ella estaría haciendo lo mismo.


Se aproximaba el fin de semana y mis padres junto con mis tios ya habían quedado para comer todos juntos en nuestra casa, pero había un contratiempo. Andrea no quería asistir, la excusa era un examen, a lo cual sabia que no lo tenía. Deje pasar toda la tarde y a la noche no me hice de esperar. Le di una llamada y espere a que me contestara. Al rato otra, la cual si contesto.


Descubri que el no contestar las llamadas de la noche anterior imagino que ya no estaba interesado, asi que no deseaba verme para no pasar mas verguenza por todo lo que habia surgido durante estos ultimos 15 dias.Lo cual tras convencerla de venir le pregunte que excusa pondriamos para quedarnos en casa tras terminar de comer, y que asi podríamos estar solos para lo que desearamos hacer. Que si aun le apetecía, a mi también, y que estaba preparado para mi regalo de cumpleaños. No me respondio, y tras colgar el telefono quede pensativo.


Tardo tiempo en responder, como castigo al menos precio que le había hecho, lo cual entendía, pero cada segundo era una tortura, no cesaba de mirar una y otra vez el telefono esperando una señal, revisando por si se me había pasado de largo el que hubiera entrado en el buzón de mensajes una respuesta de ella. Los nervios empezaba a derrotarme haciendo que comenzara a quedarme dormido lentamente cuando de pronto sonó el telefono, era ella. Sin ropa interior. En un abrir y cerrar de ojos mi pene se empalmo, mi corazón latía con fuerza, hasta el borde de una taquicardia, mi glande no tardo en humedecerse, y mis ganas por masturbarme una vez mas no ceso. Tome el telefono, preparando la camara para el preciso momento justo a la eyaculación para grabarlo y enviarselo. No tarde mucho de la excitación de ver a mi prima con su sexo desnudo. Y tras enviarlo le mande otro insinuando una sorpresa especial para ella, lo cual replico preguntando que seria. Pero me quede dormido apretando la piel del prepucio, conteniendo el semen de la eyaculación.


Era sábado por la tarde, estábamos todos tras la comida familiar, Andrea y yo estábamos nerviosos, deseando que llegara nuestro momento de vernos a solas, en un momento que compartian los mayores café en la mesa ella se levanto para ir al baño, y tras un tiempo prudencial me levante yo. La esperaba a la salida para citarnos en mi habitación con la excusa de jugar a algún videojuego que me regalaron en el cumpleaños. Lo sorprendente fue al verla en el pasillo casi con penumbra, no se porque pero se me levanto una erección, a lo que ella debió percatarse porque sin reparos miro y poso su mano ahí susurrando lo mucho que le había gustado el video de la noche anterior.


De oír eso, mi excitación fue mayor, mi glande volvía estar húmedo, mojado, con ganas. Notaba la viscosidad de mi flujo adosada en la punta esperando los roces de sus manos. Tanto que me excitaba mas y mas, palpitando todo mi falo, donde aquellos roces del movimiento que mi pene tenía sobra la ropa interior me provocaban una dulce caricia sexual.


No tardaron en irse nuestros padres, despidiendoles Andrea y yo desde el piso de arriba dentro ya los dos en mi habitación...

domingo, 13 de marzo de 2011

Una partida de dardos.

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Viernes noche, y como siempre fui a la misma cafetería. Allí me esperaba el dueño, con el cual mantenía casi una relación de amistad. Llegue y pedí una cerveza, allí estaba Paula jugando con él a los dardos. Vestía un chandal gris el cual marcaba sus bragas en el movimiento de sus nalgas y una chaqueta.

Mientras revisaba la documentacion que habia cogido de la oficina levantaba la vista para deborar su cuerpo con los ojos. En ocasiones veia como sus ojos se fijaban para mi. Termine la cerveza y pedi otra. Jose, que asi se llamaba el dueño servia mi caña y me ofreció sus dardos para que continuara jugando en su lugar mientras servia otras mesas. Accedí.

Tome los dardos y haciendome pasar por novato le pregunte en que consistía el juego. Pero pronto mi farsa se destruyo, por mas empeño que ponía pronto se dio cuenta que jugaba mejor. Termino la partida y me pidió una revancha con la condición que jugara mejor, ella era muy buena lanzadora. Saque dos monedas y empezamos de nuevo, mientras se iniciaba la partida se despojo de la chaqueta quedándose con una camiseta blanca de mangas muy cortas pero que marcaba perfectamente su voluminoso busto. Mis ojos se quedaron como platos y la flacidez que había dentro del pantalón se transformo en una imponente erección.

Comenzamos la partida, y como en la anterior, en cada turno de ella me fijaba en el movimiento de sus nalgas y como se marcaban sus bragas en el chandal al acercarse al tablero para recoger los dardos, pero ahora tamien en su imponente pecho del cual buscaba sus pezones intentando dibujarlos sobre la silueta de la camiseta. La partida fue mejorando hasta el punto que al principio aproveche mi suerte y puntería buscando que se acercara pidiendo clemencia. Así fue. Me agarro de un brazo y de forma melosa y cariñosa rogaba que no fuera malo. El acercamiento se fue haciendo mayor, hasta el punto que en una de las tiradas sin reparos le di una palmada sus nalgas, solo se giro y sonrió. Lo cual correpondi en mi turno de la misma manera. No tardo en volver agarrarme con sus manos a mi brazo y de manera involuntaria toque uno de sus pechos, pero esta vez no sonrió, simplemente correspondio tocando con una de sus manos en mi pantalón, y al percatarse de mi ereccion palmo el bulto ligeramente.

Si, deseaba tocar yo también su sexo de igual manera. Pero solo esperaba calentar el ambiente y llevarme a Paula conmigo para tener sexo. Termino la partida y esta vez fue ella quien pidió una ronda de cervezas y empezamos otra. Ninguno de los dos queria perder.

Ya era madrugada y no quedaban clientes en el bar, mientras Jose comenzaba a limpiar nosotro continuamos con nuestra calida y humeda partida. Paula cada vez estaba mas melosa, quizas las cervezas le habia afectado un poco mas a sus ansias y ganas de sexo. Lo cual demostraba en los manoseos con que a veces me tocaba, provocandome mas, abultando mas mi ereccion y acrecentando mis deseos por hundir todo el falo de mi vigorosa ereccion dentro de su sexo. De pronto perdi la nocion de la partida para adivinar en que parte del bar estaria limpiando Jose. Tocaba el turno de Paula, me percate que Jose no estaria cerca asi no lo dude dos veces, me acerque pegando mi cuerpo tras sus nalgas y meti mis manos por dentro del chandal de Paula. Llegue a sus bragas, y sin mucho reparo deslice los dedos hasta llegar a su sexo.

Estaba humedo, calido, y un tanto viscoso, lo cual me excito, hasta el punto que note como en la punta de mi miembro florecieron las primeras gotas. Notaba ahora yo tambien mi glande humedo y con ganas de mezclar mis jugos con los suyos. Masajee un poco su clitoris para estimularlo, y comprobar la reaccion de Paula. No se hizo de esperar y sus mano se extendio hacia atras, frotando y palpaldo con desespero mi pantalon, provocando que mi cuerpo reaccionara sobando ahora sus pechos. Pude comprobar como sus pezones asomaron a la camiseta. Aquellos dos bultos no los habia notado antes. Pero un ruido alerto la proxima presencia del dueño y continuamos la partida, pero ahora los dos descentrados.

Continuamos las tiradas como si no hubiera pasado nada, Jose volvia a estar en el fondo del local, y tocaba el turno de Paula. Baje ligeramente la cremallera del pantalon y me adose nuevamente a su espalda, y rodeandola con los brazos, aprete su vientre obligandola a arquear su espalda, y si esperarselo baje de un tiron su chandal y bragas hasta la altura de sus ingles, frotando la ereccion por sus nalgas buscando sus labios vaginales. Pero un ruido hizo que Paula gritara del susto, nos acomodamos y terminamos sin mas la partida. Pagamos y marchamos en busca de un lugar tranquilo.

Llegamos al portal de su vivienda. La luz era tenue, no tenia ascensor, tan solo aquellas escaleras continuaban hacia abajo dando al acceso al garaje. Nos arrinconamos alli donde nadie pudiera percatar nuestra presencia, y sin mucho reparo tras unos besos desesperado de pasion y sexo comenzamos a manosearnos y masturbarnos. Sus manos no daban apurado a soltar el cinturon y bajar la cremallera para tomar mi largo y erecto pene humedo. Mientras que las mias no llevaron demasiado trabajo y esfuerzo en introducirse dentro de sus bragas para masturbarla.

Esta mas humeda que la primera vez que esmilara su clitoris. La chaqueta estaba abierta y sus pezones marcaban su figura sobre la tela, tomandola por la espalda separe los ojales del sujetador, liberando sus pechos, descubriendo que aquellas figuras abultaban mas. Sin mayores reparos levante sus camiseta comenzando a lamer y chupar sus pezones, succionando lentamente con los dientes aquellas piedras duras y empitonadas que tenia mientras sus manos comenzaban a recorrer de manera acelerada todo el tronco de mi miembro, derritiendome con sus rudas caricias.

Nuestros labios se volvieron a encontrar mientras sus manos seguian estimulando y palpando mi ereccion, recorriendo el tronco sin cesar a la vez que las falanges de mis dedos empujaban por el interior de su sexo provocando que se mojara mas aprovechando para tambien apretar y retorcer sus pezones buscando que endurecieran mas, chupando con los labios y mordiendolos suavemente con los dientes. Era tal la excitacion que Paula comenzo a liberar pequeños y hondos gemidos.

Bajamos cuatro peldaños y gire su cuerpo, obligandola a ponerse a cuatro patas, apoyando sus manos en la parte superior de las escaleras y tomando mi falo comence a penetrarla, empujando con fuerza contra el interior de su sexo tomando sus caderas con las manos para aumentar mas el ritmo y dar mayores sacudidas y embestidas contra su sexo. Paula solo daba pequeños quejidos que aumentaron hasta ser hondo y profundos gritos. Por mi cuerpo recorrian largos escalofrios que premonizaban una pronta eyaculacion. Me separe y bajando un par de peldaños me sente, y tomandola por las nalgas la agache hasta dejar su sexo a la altura de mis labios comenzando a comer su sexo.

Estaba humedo, calido, viscoso, mojado, mi lengua no cesaba de lamer sus labios vaginales, los cuales di par de mordiscos suaves pero buscando su excitacion. Mi boca se adoso a la altura de su clitoris y haciendo chupon sucionaba buscando que se erectara al maximo, tragando todo nectar que me regalara el interior de su sexo. A lo que correspondia dandomelo todo. Di un hondo y profundo respiro mientras vertia un poco mas, habia llegado un orgasmo precedido de espasmos que sus piernas no pudieron disimular. Se levanto y bajo los peldaños que nos separaban.

Giro su cuerpo, poniendo su espalda contra mi pecho y agachandose lentamente tomo con sus manos mi pene colocando frente a su sexo, meneando sus nalgas y comenzando a cabalgar. Su busto se movia como pocas mujeres habia visto mover. Las tome con las manos y procurando aumentar su ritmo y excitacion aprete sus pezones que aun seguian duros. Sus manos comenzaban a flaquear del ejercicio, y no daban a soportar la tension y el peso de su cuerpo para lo que apoye mis manos en sus nalgas ayudando a que se meneara con mayor rapidez, y aprovechando para tomar el agujerito de su ano para jugar con mis pulgares en el. Dilataba de manera perfecta lo que me sugeria pensar que su ano ya habia sido probado. Ensalibe mis dedos y moje insistentemente su agujero, buscando que lubricara para mi. Pero no me dio tiempo, sus piernas siguieron moviendose hasta encontrar mi ansiada eyaculacion a lo que agradecio siguiendo con el movimiento de caderas hasta el final, para luego levantarse y agachandose frente a mi lamio todo el flujo que mi sexo no habia vertido en su interior para tragar hasta la ultima gota de semen que aun quedaba adosaba. Dio una sacudida y bajando toda la piel que cubria mi glande acerco su lengua y mirando para mi lo lamio y sin levantar la vista lo trago.

Me miro y mientras me levantaba del suelo me pregunto si aun tenia tiempo y fuerzas para terminar en su apartamento, a lo cual acepte mientras le devolvia el sujetador.

viernes, 4 de marzo de 2011

Diario de una infidelidad en trio.

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Su sexo emanaba flujo sin cesar. Mi tronco parecía una bujía sin apenas sufrir fricción mientras su cuerpo subía y bajaba recorriendo los centímetros de mi pene. Sus pechos se meneaban a la vez que mis manos acompañaban a sus pezones con los dedos, retorciéndolos leve y suavemente como si fuera un acelerador. Dando pequeños tirones que se hacían mas fuertes para que se moviera con mayor rapidez. Exhalados y poseídos por el placer alguien entraba por la puerta. Era su novio, y nosotros "follando" como dos universitarios desesperados por tener sexo. Apenas cerro la puerta la cara de Sonia sonrojada se paro y miro fijamente para su chico. Yo tan solo cerré los ojos esperando la furia de quien había traicionado su confianza. Sonia desnuda se levanto, se acerco a el, y sin decir una palabra acerco su mano a la entrepierna de su pantalón, manoseándolo, bajo la cremallera y se agacho, saco un tremendo pene flácido que crecía, comenzó a lamerlo con ansias. Moví mi cuerpo como si fuera un gusano y me coloque bajo las nalgas de ella empezando a lamer nuevamente su sexo, a la par que ella sacudía con fuerza el miembro de el.

Sus manos dejaron de tomar aquel miembro largo y grueso, para posarse en sus nalgas y abrir su ano, insinuándome que lamiera su orificio, de buen grado lo hice, sin rechistar aunque nunca antes hubiera hecho eso. La cosa cambiaba, ahora era sexo para tres. Un par de chupadas y lamidas basto para que Sonia introdujera un dedo en su ano que empezaba a dilatarse cada vez mas. Se levanto y desnudo a su novio. Le tomo de la mano, y le pidió que se agachara, y tomo la posición que tenia antes de que el entrara por la puerta. Y con el mismo recital tomo semejante pene agachándose para él comenzando a ser penetrada e incrementando los movimientos todo bajo la atenta mirada de mis ojos que no daban crédito a lo que me estaban regalando.

Hice ademán de agacharme a por mis cosas, y soltando una mano del suelo tomo la mía y mirándome a los ojos me pidió que terminara lo que había empezado con la lengua. Se acostó contra el pecho de el dejándome su ano a la vista. Solo un par de sacudidas basto para poner nuevamente mi pene duro y erecto. Ensalive el tronco a modo de lubricante, haciendo lo mismo con su ano, y arrodillándome tome la forma que su cuerpo tenia para adaptarme a la altura de su ano y cogiendo el falo con el glande al aire lo acerque hundiendo poco a poco y despacio mi pene en su interior.

Un largo y profundo escalofrío sacudió su cuerpo con el primer roce de notar el miembro apuntando su ano, y cada empuje mas la estremeció exhalando alaridos de placer, gimiendo cada vez que empujaba mas y mas hasta tener completamente mi pene dentro de su agujero. Ensalive nuevamente el tronco y comencé a empujar sin cesar. Agarrandome a su cintura para luego hacerlo a sus hombros.

Compartíamos dos hombres los mismos pechos, pero en ningún momento note que fuera una ofensa el que lo hiciera, sino que por momentos sentía los dedos de el como me incitaban a que apretara los pezones de Sonia, a la vez que en otras ocasiones dirigía mis manos hacia su clítoris, compartiendo el cuerpo de ella hasta darle el máximo placer. Cuando todo termino comprendí que era y había sido una de sus mayores fantasías. Lo cual de saberlo había aprovechado al máximo aquellos instantes.

El cuerpo de el comenzó a convulsionar, mientras los movimientos de cadera de Sonia se hacían mas rápidos y fuertes. Aquello me llamo la atención que mis dedos de adosaron a su clítoris, estimulándolo con rapidez también. Logrando que gimiera sin reprimirse, pronto me di cuenta que del sexo de ella salían flujos, su novio estaba eyaculando, aquello me excito e hizo que apurara los embistes en el ano de ella. Lo que sirvió para que los gemidos se transformaran en largos y profundos gritos de placer y dolor, tomando y agarrando sus pechos a lo que su compañero también aprovechaba para dar ahora tirones a los pezones. No tarde mucho yo también en eyacular y correrme dentro del ano de Sonia. Era una sensación dulce el estar derramando la miel de mi sexo en su interior. Quedándome largo rato dentro, saboreando su agujero, disfrutando de todo aquello que había vivido. Me separe, y levantándose Sonia sirvió para que el también lo hiciera. Tome mis cosas y me dirigí a la habitación para vestirme y salir otra vez por la puerta, un poco contrariado con la situación, y a la vez con el recuerdo en mi mente de lo que había vivido hace una semana.

viernes, 25 de febrero de 2011

Diario de una infidelidad.

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ace una semana todo comenzó. Era domingo por la tarde, casi de noche, la luz del sol era escasa. Portaba mi equipaje de viaje cuando abrí la puerta del piso y allí me la encontré, desnuda. Así comenzó.

Nadie esperaba mi presencia en el piso, el viaje se habia retrasado, sin embargo la urgencia me obligo a buscar una alternativa, quizas el susto de no esperarme fue lo que provoco que no hiciera ademan de taparse. Mis ojos pudieron contemplar aquellos pechos voluminosos que solo podia contemplar en la epoca de verano cuando se ponia un top o el bikini para la piscina. Entre sus ingles apenas mostraba un leve signo de negrura. Ella tenía pareja y yo hacia meses que había terminado con mi relación. De pronto sus manos de movieron, mientras con un brazo tapaba sus pezones, procurando ocultar tambien sus pechos, con la otra lo intentaba en su sexo. Pegada a la puerta del bajo, se giro para abrir y coger una toalla mostrando sus redondeadas y pequeñas nalgas. Regalandome a la vista y retina la mejor imagen que jamas podria haber encontrado en internet.

Durante esa semana no pude borrar de mi memoria su silueta y cada noche me masturbaba pensando en ella. Era viernes y como siempre, salvo epoca de exámenes de la facultad, bajabamos a tomar algo al bar de enfrente a la facultad. Antes de pagar el dueño me susurro en bajo que notaba algo diferente en "Sonia" (así se llamaba mi compañera de piso). Como una inspiracion divina en ese momento ella aprovecho para ir al baño, mientras me terminaba de comentar me miraba de manera diferente. Aunque no le dí importancia, por dentro me excitaba el pensar que fuera cierto. Que pudiera tener sexo ella. Pagamos y volvimos al piso, aunque pensando en las ultimas palabras que me habian dicho mis feromonas pedían sexo a gritos. Empece a tontear desde ese momento que salimos del bar, y con preguntas insuantes buscaba un acercamiento, intentando comprobar si aquello que me habian dicho podria ser cierto y tener esa noche algo de sexo sin compromiso con ella. Lo mejor llego cuando entramos al portal y entrando al ascensor donde me pegue bastante a ella y nada mas pulsar el boton mis manos rodearon su cintura acercandola a mi y descendiendo por sus nalgas en direccion a su sexo pegue mis labios a los suyos y la comence a besar.

Aunque a mi mente vino el hecho de que tenía su pareja, el cual conocía y compartíamos una buena relacion aparte de tomar de cañas, charlas y a veces inquietudes de Sonia no desistí en lo que estaba haciendo, mas bien fui subiendo su falda por los gluteos y a la vez que la iba levantando mis manos iban girando desde sus nalgas hacia sus ingles, aparte ligeramente su ropa interior, lo justo hasta tocar su sexo. Expiro, exhalando de manera profunda un baho cálido que parecía contenido, pero deseado, quizás desde hacia tiempo, mucho tiempo. Tanto que no se resistió y sus manos también se posaron encima del bulto que mi miembro marcaba en el pantalón. Bajo la cremallera y siguió con el manoseo hasta que saco totalmente mi pene de mi ropa interior, frotando todo el tronco para dejar el glande al descubierto  proporcionando me unas caricias excitante lo que provocaba que junto a mis deseos de sexo lubricara sin mayor problema. Hasta el punto que si seguia acariciandolo así no tardaría en correrme y eyacular. Levante su cuerpo por la cintura y posando sus nalgas en el estrecho pasamanos del ascensor me agache y apartando ligeramente su braga comence a lamer y comer con suavidad su rico y viscoso flujo que emanaba del interior de su sexo. De pronto el ascensor se paro.
Llegamos al piso y no podia esperar mas, insinue que se sacara la chaqueta, y mientras iba sacando las mangas de sus brazos con desespero rompi la camisa en dos arrancandola con las manos, besando sus pechos, a la vez que con las manos sacaba del sujetador sus pechos. Las ansias se habian apoderado de mi. Vi para sus enormes aurerolas rosadas con aquellos pezones empitonados y duros como piedras, los cuales lamia y succionaba con mi boca, comenzando a dar pequeños mordiscos y tirones, deseando que se excitara mas y a la vez se pusieran mas y mas duros. No se hizo de esperar su reaccion, sus manos liberaron el boton del pantalon, sacando tambien el cinturon, dejandome caer los pantalones hasta los tobillos y tomando mi pene con fuerza e intensidad empezaron las sacudidas que me propinaba por el tronco. Estaba completamente excitado que de la punta de mi glande se concentraba una perfecta lubricacion; siendo aquellos roces, sacudidas y agites un deleite para mi cuerpo. Mas palpitaba mi pene, mas erecto y empalmado me tenia. Mi lengua lamia la separacion de sus pechos, insinuando los deseos de tomarlos y deslizar mi sexo entre ellos. No paraba de ensalibar con impetu a la vez que sentia el tronco de mi miembro mojado del flujo que mi pene escupia a sus manos a lo que ella extendia sin parar de hacerlo de manera violenta.
Termine de humedecer sus pechos, y volvi a darle mordiscos un poco mayores, buscando que la reaccion de su cuerpo pidiendo que desistiera del dolor, pero no protestaba, solo aumentaba con mas desespero el agite de sus manos sobre mi tronco. Hasta que note como las ansias se apoderaban de su cuerpo. Sus manos se apoyaron en mi nuca, presionandome con fuerza contra sus pechos y con mas fuerzas cuando mordia y lamia sus pezones. Separe los ojales del sujetador y pude contemplar nuevamente aquellos voluminosos y redondos pechos que habia visto. Y sin esperar mas, mis manos llegaron a su braga, que estaban completamente humeda y mojada. La aparte a un lado de sus ingles y hundi el dedo corazon y anular dentro de su sexo.
Comenzando a menearme dentro de su sexo a la vez que por momentos estimulaba su clitoris con el dedo pulgar. Mis dedos se mojaban y empapaban de los flujos que vertia, minimizando la friccion dentro de su vagina y facilitandome los movimientos rapidos dentro de su sexo. Sin decir nada pare, y sacandolos los lleve a la boca y para sorpresa de sus ojos los lami, saboreandolos con la lengua hasta relamer los labios, y volviendo a hundirlos dentro una vez mas.
Su cuerpo se arqueo hacia atras, sus piernas se abrieron ligeramente un poco mas, dejandome su cuerpo a la vista, comenzando a gimotear sin parar, y a tocar y apretar con sus dedos sus pezones, apoderada del deseo, del placer, de la lujuria comenzo a gemir entre cortado hasta que llego su primer orgasmo precedido por escalofrio que recorrio sus piernas como si de un rayo tratara. Aparte las manos nuevamente viendo su rostro agotado y agarrotado del placer; sus mejillas sonrojadas denostaban el calor que su cuerpo habia sufrido. Las volvi a lamer suavemente. Deleitandome de su viscoso y humedo flujo, de su dulce aroma a sexo.
Sin tregua tome su cuerpo por la cintura y de frente a mi la arrime a la pared, presionandola por el adomen, me agache y abriendo al maximo sus piernas comence a comer ahora su sexo con mis labios. Mis pulgares separaron sus inflamado e hinchado labios vaginales, los cuales aun estaban humedos, y calidos. Y comence a jugar con la lengua sobre su clitoris, succionandolo, chupandolo, y jugando dentro de la boca con el, dando a veces pequeños y leves mordiscos, a los que reaccionaba moviendo sus piernas como si fueran unas dulces cosquillas. Sus manos no tardaron en sujetarme. Al igual que su sexo no tardo no tardo en fluir, segregando y derramando las primeras gotas calidas que poco a poco fueron mojando su sexo para deleite de mi boca y labios. No conseguia secar aquel flujo que me regalaba bajo los sonidos hondos que su garganta expulsaban. Aumente los roces y embistes de mi lengua sobre su clitoris hasta que derramara mas flujo para saciar mi sed de su sexo. Hasta que sus manos me apartaron, mirando en su rostro las ansias de sexo. Y tirandome al suelo frio del piso dio dos pasos acercandose a mi, y agachandose tomando con sus manos mi miembro comenzo a masturbarme nuevamente poseida del deseo y de las ganas de sexo.

jueves, 24 de febrero de 2011

Colaboraciones: Lo conocí por Internet. Dulce Maria

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Lo Conocí por Internet
 
Me quede sola en vacaciones, necesitaba dormir hasta tarde. Quedaba chateando y escribiendo relatos todo el tiempo, leyendo opiniones de lectores, adicta a la computadora, aunque siempre dispuesta al encuentro; y acostarme a cualquier hora. Aunque sean a veces difíciles de concretar…

A través de los relatos coincidí con un hombre que me relato lo mucho que había disfrutado de un relato, y lo que había disfrutado de imaginarme.

Era divorciado, aproximadamente 45 años. Tenia una hija casi de mi edad y me hacia reír bastante cuando chateamos una vez. Fotos no tenia para mandarle por que no quiero que circulen por ahí aunque pensé que mandarle solo mis tetas estaba bien, lo que el agradeció y alabo…

En el chat pudo verme y le encante, por telefono me dijo piropos entre ellos "que estaba mas buena que el pan". Su sentido del humor fue lo que me convenció.

Era de mi ciudad y me gustaron sus fotos, tenía una miembro bastante gordito, imagine acabando encima de ello en cualquier lado; había hecho en mi mente una imagen bastante viva de todo lo que iba a disfrutar.

El tenia horarios bastante flexibles, se dedica a arreglar computadoras o sistemas informáticos, lo que nos permitió un encuentro apenas yo saliera de mi trabajo, que no es tarde.

Me esperaría en la esquina, un gol azul. Yo había pensado en algún lugar público para vernos por primera vez, quizás tomar un café y ver si me gustaba personalmente. Ese dia ya el señor de la seguridad de mi trabajo me vio distinta, por que aunque siempre trato de vestirme linda, ese día estaba particularmente bonita. 

El vestido era sin breteles, corto y finito. Los zapatos de plataforma estiraban mi figura y el pelo suelto me hacia ver todavía mas joven de lo que soy realmente, lo que hacia un conjunto provocador.

El estaba puntual en la esquina, o habría dudado en quedarme probablemente si no hubiera estado ya ahí esperándome. Me subí al auto y al verlo me sorprendí. Personalmente también me gusto. 

Me llevo a un bar algo lejos, lo que aproveché para observar sus manos bien grandes, que paso algunas veces por mi pierna y mi cara. Me decía lo linda que estaba, que realmente parecía de 22 años… y lo bien que la iba a pasar conmigo.

Nos sentamos al bar y bien podría parecer su hija, aunque no me comportaba para nada de esa manera. Por debajo de la mesa cruzaba mis piernas ya pensando en sus dedos volviendo a mi mente aquella hermosa verga que me mostrara en fotos. Me calenté y dude en acariciar la cara interna de sus piernas con las mias.

Le conté lo mucho que me habían gustado sus fotos y sus palabras. El pidió dos copas de vino y me pregunto que quería yo con el.

Le conté que mi fantasía era tener un amante que me enseñe todo, que me lleve a lugares lindos, que me compre lindas cosas para usar con el y que me haga sentir bien putita.

El me contó que siempre que yo quisiera el estaría dispuesto a enseñarme todo y que me iba a dar plata para que compre lo que el me diga nada mas. Que me tenía que portar bien si quería ser su putita. Que el buen comportamiento seria retribuido.

Yo accedí encantada. Todo eso me daba mucho morbo. Nunca pensé que jugar de esta manera con alguien me iba a resultar tan excitante.
Ya quería salir de ahí corriendo con el y por suerte entendió enseguida.
Me llevo  a su oficina que estaba cerca. En el auto comenzó a sobar mis tetas por encima del vestido. Mis pezones explotaban de placer, yo acariciaba su pene fuerte pero lentamente lo que hacia que se ponga bien dura tratando de estirar mas su pantalón que no era tan amplio.

Su miembro ya se sentía grande y gorda, súper caliente. Al bajar saludó al portero mientras este me miraba las piernas y subimos al ascensor riéndonos. Arriba apenas cerro la puerta me sentó en el sillón y separo mis piernas todo lo que pudo. Me mordió la bombacha y, por debajo de ésta, mi clítoris, y yo salté de placer.

Me corrió la bombacha y me metió los dedos un poco, comenzó con su lengua a acariciar rápidamente mi clítoris, lo que me sacudió completamente. Iba a acabar pero no quería. Quería acabar con su pene, la que me había encantado de el desde el primer momento.

Me dijo “que mojada estas nena” y yo, mirándolo bien puta, con una media sonrisa, le conteste; “mejor cogéme bien duro papi". Lo pare con mis manos y le pedí que se pare.

Me quite el vestido y la bombacha para quedar desnuda frente a el, y me agache nuevamente para chupársela. En algún momento se había sacado casi toda la ropa, no recuerdo cuando, apenas tenia la camisa y sus calzoncillos, negros y grandes. Saque suavemente su pene para mirarla y comencé a chuparla despacito, con mi lengua recorría la cabeza y el tronco como un chupetín. Con las manos la acariciaba de arriba a abajo. Era rica y dura. Comencé a chuparla decidida y constante, a el le gustaba y con sus manos me guiaba.

Paró, y me dijo que me ponga en cuatro patas. Me apoye sobre el sillón, y el se puso detrás de mi. Comenzó a apretarme los pezones, y a pasar la punta de su miembro por mi sexo. Estaba poniéndome a mil, no podía mas, sentía la necesidad de que ese pene me atravesara completamente hasta al fondo. El se dio cuenta y me la metió de una. 

Sentí un dolor conocido que me obligo a gritar de placer por que estaba siendo cogida como yo quería, muy hasta el fondo. El me daba fuerte por detrás, sentía su pene bien abultado y apretado, gorda y caliente. Golpeaba con firmeza mi culo y sentía sus huevos duros cogiéndome. 

Me apretaba fuerte un pezón con una mano y con la otra me tenía agarrada de la cintura para que nunca se saliera su pene de adentro. Mi orgasmo fue bien fuerte, nunca había sentido algo así, me sacudió toda y me temblaron las piernas.

El no paraba nunca, al sentirme acabar me decía “si, nena así, muy bien mami acaba”, seguía cogiéndome. Ahora con sus dedos me tocaba las nalgas  Metía un dedo o dos, a veces apenas tres, eso me encantaba. Me escupía para lubricarlo y también usaba sus propios jugos. Imagine lo que quería hacer y eso logro ponerme algo nerviosa…

Nunca me habían cogido por ahí aunque en mis relatos siempre describía lo mucho que me gustaba. El lo sabia y eso a le encantaba. Yo gritaba de placer y decía a todo que si, que era suya, su nena y que iba a hacer todo lo que el quisiera.

Me incorpore un poco y el me agarro fuerte con las dos manos la cintura.
Su miembro seguía tan dura como siempre, ¡yo no podía creer su aguante!

Estaba aun súper excitada por que ya me había repuesto del todo e intentaba que el no saque su pene de mi sexo. Quería que se quede ahí por que me encantaba, con mi mano derecha me tocaba y estaba casi por acabar nuevamente. El me empezó a decir la lindo que era mi culo, y lo bien que lo tenia, y que le gustaría cogerme por allí.

Yo dije que no pero el ya estaba decido. Yo estaba casi explotar con mis dedos en mi clítoris mientras el me cogía bien rápido, con golpes secos y a la vez metía sus dedos en mi ano. Al primer espasmo de mi orgasmo el saco su penea y me la metió de lleno en la ano... Yo grite de dolor aunque no evito que acabara al mismo tiempo.  

El también gritaba aunque de placer y pronto sus movimientos se hicieron cada vez más rápidos y secos. Sus pelotas estaban hinchadas y en un ultimo grito de placer ambos acabamos al mismo tiempo… corriendose y eyaculando dentro de mi ano ya dilatado, no paraba de decirme lo buena nena que había sido, que me había portado muy bien y que me merecía todos los premios.

Eso me calentaba mucho… Salio de mi lentamente y se incorporo, me levanto y me llevo al baño. Me beso y preparo un rico baño para que esté bien limpia. El mientras se reía y hacia chistes tontos. Yo nunca había disfrutado tanto un polvo en mi vida.

Les recomiendo a todos el disfrute libre. Hagan realidad sus fantasías amigos! Yo la pase bárbaro y todas mis expectativas se cumplieron… y más. Aun sigo viendo a Mario de vez en cuando, el me regala bombachitas de lunares y ropa sexi o perfumes, me lleva a lugares lindos y cogemos bien rico siempre.
 
 
 
Me encantaría que me escribas a ver que te pareció mi relato. Gracias a este blog por publicar tambien el relato. Besos a todos! ladulcemaria84@gmail.com

miércoles, 23 de febrero de 2011

En el jardin de la piscina con B

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Aquel día era caluroso, decidí bajar y comprobar la  famosa piscina que había compartida para todos los vecinos. Cuando  llegue allí estabas tu, pelo largo y liso, de ojos castaños y con  una sonrisa dibujada en los labios; esa que siempre mostrabas cuando nos cruzábamos; la  verdad es que esos labios eran difíciles de olvidar.



Hacia un par de meses que me había mudado a aquella ciudad, habías sido la primera  persona que me había impactado hasta el punto que no podía sacarte de  la retina, siendo la persona a la que evocaba en mis fantasías eróticas y en quien pensaba cuando me masturbaba; y descubrir que éramos vecinos era perfecto.


Bañador de dos cuerpos, color verde claro, que resaltaban aquellas aunque aplastadas figuras redondas voluminosas que eran tus pechos,  era delicioso para la vista, mostrando y marcando tus pezones; y verde mas oscuro abajo, donde lo mas oscuro eran aquel color, sin mostrar  señal alguna de que hubiera pequeñas hebras rizadas como serian los vellos ocultos de tu  pubis. Me daba una ligera impresión de como lo tendrías.

Tu rostro  lucia unas gafas negras que ocultaban tus ojos. No estabas mal, y verte así de imprevisto y en bañador casi me hizo sentir algo avergonzado y excitado. Suerte que mis gafas de  sol, me ayudaban a que apenas se notara.

Acostada en aquella tumbona  blanca de resina no pude dejar de repasar tu cuerpo, delitandome con cada centímetro a la vez que por mi mente pensaba (¡¡¡mmmmm!!!) lo delicioso que podría llegar a ser tener sexo contigo.

 Con aquellas imaginaciones estaba excitado, con una erección más vigorosa a ninguna anterior. Mi bulto asomaba  visiblemente, marcando una curva en el bañador imposible de ocultar,  salvo la toalla que me sirvió para salir del apuro.

Al pasar por tu lado levantaste las gafas con una de las manos y  sonriendo me diste los buenos días y mirando para la separación de tus pechos, y lo que podría hacer contigo los contesté, terminando de grabar en mi retina tu cuerpo, pensando cada vez mas en lo tremendo y posiblemente salvaje que podría ser tener  sexo contigo...
 
Seguía derritiéndome y excitando más y más al pensar en ti y rememorando en todas  las fantasías anteriores que había mantenido. Me acerque a las  tumbonas apiladas y cogí una, y para no ser demasiado indiscreto la  coloque de manera que si arquearas tu cuello y lo giraras hacia la  izquierda me pudieras ver. El único inconveniente era que la piscina  estaba a tus pies; la ventaja era que aquí apenas daba el sol.

Pose la toalla y saque las gafas y la camiseta; pero seguí notando un poco la erección, lo cual sería un problema, si te giras. Aproveche y desanudado  el bañador, acomodo un poco mi pene para pasar  inadvertido, no lo consigo, la erección era tremenda y cuanto mas me toco, mas me empalmo y el miembro mas tarda en bajar la erección, lo cual no tuve  mejor idea de así que dar una pequeña carrerilla y saltar al agua de  pie, consciente de que igual te chapoteo y que eso te pueda molestar.  Pero no puedo hacer otra cosa.

Llego al fondo y contando hasta diez me impulso hasta subir a la superficie. Apoyo los brazos y codos en el bordillo, estoy frente a  ti, lo se, no te miro, no quiero levantar sospechas. Poco a poco mis  ojos van acercando la visión a donde estas, tu espalda esta un poco  mas levantada y como si fuera a propósito te das cuentas que mis ojos se fijan tus piernas, las separas, provocándome mas, permitiendo que pueda avistar tu sexo, buscando la raja de tu vagina. Ardo en deseos, y por mas que lo  intento no dejo de mirar fijamente ahí, donde tus manos están apoyadas sobre las ingles; como si hubieran recolocado el bañador, que en  verdad lo haces mientras miro. Inconscientemente o no, lo sabes, me pones a  cien. Creo que lo sabes. Vuelvo a sentir como mi erección vuelve con más fuerzas. No puedo bajar las manos, y demostrar lo que estas  consiguiendo. Aprieto mi cuerpo a la pared y noto mi pene palpitar,  deseoso de tener sexo contigo. De pronto un largo escalofrío recorre  todo el miembro, se que te has dado cuenta, y sin disimulo acomodo mi  pene empalmado y erecto.

Levantas las gafas y con aquella sonrisa que te caracteriza me pides  que te eche crema en la espalda, a lo que no puedo decir nada, solo me  preocupa la erección que aun noto dentro del bañador.  Me acerco a la  escalerilla que esta a mi derecha y mientras subo no puedo evitar que  durante las fracciones de segundo que tardo en salir del agua puedas ver el bulto que se esconde. Salgo y estiro el bañador desajustándolo  del cuerpo. Quizás te hayas dado cuenta, quizás no... pero me  encamino hacia ti. Aunque aquella sonrisa de satisfacción que dibuja  tu cara me revela que te habías percatado.

Cuando llego te desprendes de las gafas, me miras a los ojos sin  ningún disimulo y sonriendo me extiendes el bote de la crema, a lo que  me dices: "Gracias, es complicado llegar a la espalda" a lo que  respondo con un susurro, "No hay problema... es para mi un placer". En  ese instante haces un giro con tu cuerpo y te tumbas boca abajo  indicándome con una mano que me siente en un hueco que has hecho en la  tumbona a la altura de la cintura.

Al sentarme das un respingo por lo mojado que aun estoy del baño. "Ah  que frío estás"... dices entre risas, a lo que contesto "No te  creas... menos de lo que notas". Ambos dejamos escapar una carcajada  porque somos conscientes de mi excitación. Giras la cara a un lado, hacia donde estoy, puedes verme de reojo. Mis manos recogen el pelo  mientras te digo "Voy a apartar tu pelo o te lo mancharé...". Mis  manos lo recogen llevándolo hacia arriba mientras aprovecho para tocar  tu nuca. Te estremeces por el contacto de mis dedos, como si fuera la  caricia más excitante. Noto como tu piel reacciona. "Tienes la piel  muy sensible, digo. Pero no contestas, solo miras y sonríes; y acto  seguido te digo "Espera... que así será más fácil..." y levantando  un poco tu torso y las manos hacia atrás, desanudo la parte superior del bañador las tiras de los hombros hacia los codos. Sin importarte  el tener los pechos sueltos vuelves a reposar el cuerpo en la tumbona.

Mis ojos contemplan parte de tu pecho que casi ha quedado liberado de  la tela y apenas contemplo asombrado que son un poco mas grandes de lo  que pensaba. "Ya estoy lista". "puedes empezar...". Mis manos llenas de crema se posan a la altura de las costillas. De nuevo te estremeces  al contacto de la yema de mis dedos en tu piel. Mis manos empiezan a resbalar por la piel y con cierta presión como si de un masaje se  tratara. "mmmmmmmmmm" Escapa de tu boca, sientes que mis manos han  encontrado la manera perfecta de excitarte... tu piel por momentos  reacciona poniéndose de gallina. No hace falta imaginar que eso te  excita sin más.

Mis manos han extendido completamente la crema por tu espalda pero  lejos de parar continuo masajeando tu espalda, continuando ahora las  caricias por encima del bañador bajando hacia tu cintura, que sin  mucho preámbulo bajan hasta llegar a tus glúteos, donde mis manos con  firmeza aprietan, como si fuera un experto masajista, mis deseos por introducir una mano desde ahí hasta llegar a tu sexo se hacen de rogar y esperar. Mi mente vuelve a llenarse de fantasías e imaginaciones,  que el cerebro transforma en impulsos que aceleran el corazón y mas el  mi pene que volvía a estar flácido. Siento como unas abrumadoras palpitaciones se concentran desde arriba hasta abajo.

Continuo con los roces de mis dedos, pero esta vez aparto un poco mas  el borde de la tela de tus nalgas, presiento que tu sexo esta mojado y húmedo; me llenan unos deseos de agacharme y deleitarme con los jugos que emanan de entre tus ingles. Mientras sujeto con una mano la tela, empujo con el dedo corazón de la otra dentro. Tus manos se extienden y tocan por primera vez el bulto erguido y duro que se esconde tras mi  bañador. No tengo reparos de aflojar el nudo que aprieta la ropa mientras miro a un lado y al otro; no veo a nadie, y como en un  abrir y cerrar de ojos esta aflojado para que puedas meter tu mano  dentro, y echando un vistazo hacia arriba viendo que no hay nadie alrededor te susurro "Porque no metes tu mano dentro..." a lo que tus  manos responden colándose por arriba del bañador en busca de tu  ansiado juguete.

Tus manos rozan y acarician despacio todo el tronco, tratando de  dibujar en tu mente la longitud y diámetro de lo que aun no has  podido contemplar con tu vista. Deteniéndose en el glande el cual  desnudas de la piel que lo cubre, masajeándolo despacio, aprovechando  la humedad que se concentra alrededor para que tus dedos se empapen y  se deslicen con facilidad. Aquello me derrite y delira que sin  importar la presencia de alguien deslizo el bañador hasta dejar todo el miembro fuera. Y yo separo mas tu bañador y tiendo la tela casi a  mas de la mitad de tus nalgas aparto tus manos para tomar yo el falo  de mi cuerpo y lo hundo sin mas reparos dentro de tu sexo.

Tu cuerpo corresponde levantando las caderas y dejando las nalgas un  poco inclinadas, recostando tu cuerpo hacia atrás facilitándome el que  te pueda penetrar y moverme aun de forma incomoda pero placentera  dentro de tu cuerpo. Tus pechos quedan un poco levantados, lo que  aprovecho para escurrir mis manos por debajo para bajar un poco mas el bañador y buscar tus pezones para poder retorcerlos a placer, lo cual  me pides que lo haga despacio, pues la tumbona te esta lastimando y te  molesta.

Tus pezones están tan duros, lo que me excita y me incita a jugar con  ellos un poco más. Recogiéndolo entre mis dedos voy dando giros en  forma de círculos a la vez que los sigo apretando un poco mas  simulando mordiscos, y dando pequeños tirones; empitonándose más y  más... Entre las embestidas y cabalgadas que doy dentro de tu sexo me voy inundando de placer.

De tus labios se escapa un pequeño gemido. Aquello provoca a que me mueva un poco más fuerte, y no desista de las caricias en tus pechos. Tus labios no pueden evitar que sigan  escapándose gemidos. Seguramente estaríamos mucho mejor en la casa,  pero no quiero perder la oportunidad que tengo de hacerlo contigo.  Agarro tu cintura, y te empujo hacia mí. Dejando que tu cuerpo pueda  cabalgarme a placer. Mis dedos se escurren por dentro de tus ingles, tocando y acariciando el corto vello pubico, mientras sigue entrando mas mis manos buscando con desespero tu clítoris, que no tardo en  masajear, buscando que tu excitación sea plena y extrema. Mis dedos se  mojan de los flujos que desprende tu sexo, lo que aprovecho para  seguir masajeadote como hacia antes con la crema. Tus gemidos se  vuelven más continuos, y tus pechos no dejan de menearse al ritmo que  tus caderas han marcado en la penetración.





Siento una mezcla de calor recorrer todo mi cuerpo mezclándose con la  gotas de agua que todavía quedaban del chapuzón improvisado, siento  como empujo dentro de ti, siento como roza dentro cada centímetro de  mi miembro, está siendo mucho más placentero de lo que esperaba. Ahí dentro se está caliente y húmedo, cada vez más húmedo y cada vez  más mojado. Te escucho gemir y veo como mueves tu lengua entre tus labios, estás a punto de correrte pero decido ser malo y hacerte  esperar y dejo de embestir. Salgo de tu interior sin hacerte daño pero  algo violento, excitado y apurado por la situación, después de todo alguien nos puede ver.

Las mejillas de tu cara están sonrojadas por todo el ejercicio realizado, giras tu cuello rápido, apunto de reprochar el que hubiera parado sin mas, pero no dices nada solo tus  ojos se abren como platos, giro y veo alguien entrar, se une a la fiesta. Es el vecino  que separa nuestros apartamentos.

Muevo las caderas con delicadeza, sacando mi pene despacio de tu vagina, como si no estuviera pasando nada, pero sin embargo me sorprendes cuando estiras un brazo y con la mano incitas a que se acerque nuestro invitado a la vez que susurras en bajo "No salgas por favor, no quiero que pares por favor de follarme”.

Se acerca el vecino, un hombre cincuentón, posiblemente más, con un  largo bañador azul y sin tiempo de reacción tocas y frotas su miembro  buscando su rápida erección. Con las manos le bajas un poco su ropa,  a lo que corresponde con sus manos ofreciéndote su miembro. Te acercas  un poco mas hasta agarrarle mi miembro y metértelo en la boca."Ahora podemos continuar...". Seguía penetrándote despacio buscando que tu  humedad me inundara "Uhm... qué bien lo haces suave y profundo" su  excitación era generosa por que mi miembro estaba muy mojado.

Después de un tiempo lamiendo y chupando su pene descubro que a mi  también me excita la situación. Y pienso... (no me importaría estar  con este viejo metiendo los dos por sus agujeros) siento latigazos y  palpitaciones, casi una promiscua y ligera eyaculación siento mientras  me corro pero tú también decides ser mala conmigo y paras con esa  sonrisa maliciosa.

"¿Y si me dais los dos a la vez...?" No puedo contener más mi  excitación. Nuestro invitado se aparta y yo me levanto para luego  tumbarme en la tumbona. Apartas el bañador mientras subes los pies a la tumbona, vas flexionando las piernas bajando en busca de mi  miembro; tomo mi pene colocándolo frente a tu vagina, siento como voy  entrando, penetrándote, bajo la atenta mirada encima de mi cabeza de  nuestro vecino. Te acomodas y agarrando tus nalgas con mis manos vuelvo a penetrarte esta vez de frente, de manera salvaje, casi  violento, una dos, una y otra vez, gimes de placer y yo también hasta  que siento una mano que toca mis rodillas, a la vez que dos rodillas se  acomodan junto a las mías. Suelto tus nalgas y libero tus pechos fuera  del bañador.

Le ofreces la crema bronceadora para que dilate  tu culo y no te duela. Se unta las manos y empiezas a balbucear y gemir cuando comienza a presionar con el dedo pulgar tu ano. Lo que yo aprovecho para acercar mi rostro para chupar y mordisquear tus pezones. Mojándolos y ensalivándolos en mi boca, tratando de dar tirones hasta explotar más tu delirio. Sueltas algún que otro grito de locura y placer.

No tardo en notar el pene del invitado empujando y  entrando por tu ano.  Era una sensación extraña pero excitante, no puedo negar que me gustara y que me excitara demasiado. Un par de  sacudidas siento que pronto eyaculare, aflojo el ritmo y continuo estimulando tu clítoris masajeándolos con mis dedos, haciendo círculos y frotándolo a veces de forma violenta y continua. Tu placer aumenta, siguen tus gemidos provocados también por las embestidas y empujes que nuestro vecino te propina en tu ano, moviéndote de adelante hacia atrás sin parar. Agachas tu cuello y mirándome pides que me corras dentro de ti, que estas a punto de estallar. Agarro mi pene y tomándote otra vez, rápido noto tus flujos verter no alivio tu placer, no puedo contener todo eso  que está deseando salir y nos corremos casi a la vez, siento tus jugos salir y siento los míos acompañarte como también siento algún goteo sobre mis piernas posiblemente de la eyaculación de nuestro invitado. Así nos quedamos un instante mientras el se separa, limpiando su miembro y acomodando su pene en su pantalón, anudando su bañador marchando sin decir nada.  Nos apartamos los dos y nos acomodamos los bañadores como podemos, tu voz susurra que desea repetirlo en tu apartamento. Agarro tu mano y caminando te llevare, pero a la casa del vecino para terminar de cumplir tu fantasía, pero esta vez los tres con calma.

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