Tengo ganas de contaros lo que ocurrió uno de estos días de vacaciones. Me llamó una amiga que no veía hacía unos meses, sólo habíamos hablado por teléfono un par de veces, y me invitó a salir de copas para presentarme a su novio. Sale con Iván, que se llama así, hace unos cuatro meses. Acepté la invitación encantada. Quedamos los tres en un bar de copas sobre las doce. Cuando llegué, ahí estaba tania, mi amiga, Iván, su novio, y Manu, un amigo suyo. Aunque Tania tiene unos buenos pechos, tal como llegué pude notar cómo Iván me miraba el escote después de saludarle con dos besos en la mejilla, apoyándome en su pierna. Hice lo mismo con Manu. A Tania le di un pico en la boca como solemos hacer. Y no contaría esto de no ser por lo divertido que me resultó… Tras un par de copas, en la mesa circular donde estábamos, Manu, a mi izquierda, llevaba un rato tocándome la pierna cada vez que me hablaba. Yo no hice nada por impedirlo, y noté así que cada vez su mano se apoyaba más cerca del tanga negro que se deslizaba entre mis labios. Lo interesante vino cuando Iván, al que me iba acercando, a mi derecha, mientras Manu me sobaba, se atrevió a acariciarme el muslo cuando Tania se marchó al baño. Le miré, y me acerqué a su oreja, como para susurrarle algo, y entonces le mordisqueé el lóbulo de su oreja. Él deslizó su mano más arriba, y le lamí la oreja hasta meterle la lengua en ella mientras rodeaba su cintura con el brazo derecho para pasar la mano por su entrepierna. Noté que tenía un buen paquete y el subió la mano para encontrar mi tanga… y entonces dio con la mano de Manu. Me resultó totalmente excitante que sus manos se encontraran entre mis piernas, que ya estaban humedeciendo el tanga. Ellos se miraron extrañados, y yo les dije que pidieran otra ronda mientras volvía Tania. Entonces lo entendieron todo. Un rato más tarde subimos al coche de Tania para ir a una discoteca. Ella conducía. Iván se sentó delante y Manu conmigo atrás. Tania puso música a todo trapo y cogió la carretera. Nosotros seguimos bebiendo un poco de wisky de una botella de Tania. Cuando se lo pasé a Iván, delante, derramé el wisky en sus piernas “accidentalmente”. Entre risas, Tania me dijo “ahora tendrás que limpiarlo”. Encontes me estiré entre los dos asientos delanteros para alcanzar a Iván. Tenía medio cuerpo entre los asientos, la cabeza sobre la pierna de Iván y los brazos extendidos, y las piernas separadas sobre el asiento trasero donde Manu tenía una fantástica panorámica de mi tanga metido entre los labios del coño bajo una minifalda negra que ya no tenía nada que ocultar. Le desabroché la camisa a Iván como pude empezando por abajo mientras Manu empezó a deslizar la mano por mi pierna, luego las dos manos, para encontrarse enredando los dedos en el tanga. Tania me repitió que lo limpiara bien. Entonces empecé a lamer la barriga de Iván según le desabrochaba la camisa rayada. Manu por fin me empezó a acariciar el chocho con los dedos de una mano mientras intentaba alcanzarme las tetas con la otra, cruzando la barrera de los asientos delanteros. Iván me acariciaba el pelo mientras le lamía la barriga. Le desabroché el pantalón. El coche iba zumbando. Sentí cómo un dedo de Manu empezó a penetrarme el coño, que babeaba por los muslos esperando ser penetrado con pasión. Estaba tremendamente excitada por la situación. Manu empezó a trabajarme con ambas manos. Iván me metió mano en el escote. Tenía una teta fuera y me la estuvo acariciando mientras le sacaba la polla de los sucios calzoncilllos que ya no podían retenerla. Sentí cómo Manu me metía y sacaba los dedos del coño y cómo lo recorría de forma circular. Iván me seguía magreando las tetas con una mano y me acariciaba el pelo esperando que atacara. Yo se la estaba acariciando con la mano todavía, esperando. Entonces Manu sacó los dedos del coño por fin. Se colocó como pudo, y agarrándome de las piernas sentí su polla entrando en mi cuerpo. Tania, conduciendo, dijo “cómetela” mientras ponía su mano sobre la de Iván y ambos me empujaron la cabeza para meterme la polla en la boca. Mmmmmhh La excitación con la penetración de Manu fue total, mientras me follaba se la chupaba a Iván, arriba y abajo, arriba y abajo, sintiendo el sabor del wisky cómo ardía en mi boca con el calor de su enorme polla. Manu gritaba “ah ah ah” mientras me penetraba y yo le seguía el ritmo con la boca. Cuando su polla entraba por el coño, la de Iván salía de la boca, y cuando Manu salía del chocho Iván entraba por la boca. Estallé de un orgasmo mientras me seguían follando. Entonces Iván me empujó con fuerza la cabeza. No me saqué la polla de la boca mientras la reodeaba con la lengua desde dentro y le sujetaba los huevos con la mano. Tres rápidos movimientos de succión sin sacarla de la boca y acariciándole los huevos. Me empujó con más fuerza y sentí su semen recorriendo mi garganta entremezclado con el wisky. Su polla aún palpitaba en mi boca mientras Manu seguía follandome. El semen de Iván volvió a brotar en mi boca y luego en mi cara. Quería que Manu me viera con la cara llena de semen. Me incorporé y se sacó la polla de mi coño ardiente. Volví atrás, con las tetas fuera, la ropa descolocada, el tanga lleno de flujo que había empapado mis piernas junto al sudor, y Manu se estiró apoyándose en una puerta. Tenía la polla a punto de explotar, así que rápidamente me la metí en la boca mientras mis ojos apuntaban directamente a los suyos. Manu me debió ver, poseída, follada, con las tetas rozando sus piernas y el semen de Iván aún recorriendo mi cara, mi cuello. Se la chupé. La polla entera en mi boca, subiendo desde la base hasta el capullo mientras nos seguimos mirando. La sujeté con la mano derecha, la apreté y volvió a penetrar en mi boca mientras se corría con fuerza dentro. No dejé escapar ni una gota de semen. Y mientras el semen de Iván y el de Manu se mezclaban en mi boca me di cuentra de que Iván, mientras se la chupaba a Manu, me estaba metiendo de nuevo los dedos en el coño, que de pronto se contrajo con fuerza y explotó en nuevo orgasmo de inmenso placer. Y seguí acabando de chuparle la polla a Manu, mientras esta se reblandecía en mi boca, y mi cuerpo sudoroso, mojado y salpicado del semen de Iván y Manu se deshacía en el asiento del coche. Por suerte Tania no se dirigía a ninguna discoteca, sino a su casa, donde pude tumbarme a descansar y reponer fuerzas para otra ocasión.
from: http://eldiariodeunazorra.blogspot.com/
Hace 8 años
No conocía este blog pero me gusta. También gracias por publicar este relato y también por los que escribes tuyos como las fotos que son muy sugerentes y provocadoras. Sigue así!!! una incondicional.
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