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domingo, 20 de marzo de 2011

Andrea, mi prima.

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Pasaba una semana de haber cumplido los 18, estábamos solo en casa mi prima Andrea y yo. Desde pequeños estábamos muy unidos; con ella compartía secretos, íbamos al cine, a la piscina, a veces de vacaciones... así como tantas otras cosas. Pero esta tarde era especial.


Como comentaba, pasaban 7 días, pero para mi se habían hecho largos, parecían una eternidad. Desde hacia meses que alguna noche me masturbaba fantaseando y pensando en ella. Sintiendo los roces y caricias de mis dedos y manos anhelando que fueran las de ella. Las dos semanas que precedían a mi fiesta, estuve realmente mas propenso al sexo. Estaba un poco mas alterado de lo normal, quizás el calor y ver a tanta chica con ropa ligera había abierto mi imanación, y la falta de tener con quien hacia que recurriera a masturbarme mas de lo normal, llegando a hacerlo hasta casi 5 veces al días, incluso alguna vez un poco mas.


Durante esos varios días previos Andrea me pregunto que deseaba como regalo, y como siempre me hacia el desinteresado. "Cualquier cosa" respondía, "con tal que vengas tu ya es suficiente". Dos días antes, en la noche me mando un mensaje al teléfono. Era casi de madrugada. Estaba masturbándome, pensando en ella, paré; y cuando vi que el mensaje que aguardaba a leer era suyo sentí un cosquilleo que recorrió todo mi cuerpo, era una sensacion extraña la que llenaba por todo mi cuerpo, pero muy placentera, de dejarme a poco al borde de una eyaculación.


Abri el mensaje, preguntaba por lo mismo. En ese momento aun con las ultimas cargas sexuales recorriendo por mi cuerpo pense y respondí si habia dormido ya con algun chico. Sin pensarlo dos veces envie el mensaje poseido aun por las llamas del deseo de sexo, y estuve a la espera mientras seguia acariciando mi falo que estaba entre medio flacio y erecto. El tiempo de espera fue en aumento... y provoco mi desesperacion, quizas le habria parecido mal, tal vez le hubiera molestado la pregunta.


Tras una larga espera, recibi nuevamente un mensaje, no tarde en ver que era ella y lo abri con rapidez, queria saber lo que habia escrito. Lejos de parecerle deshonesto u ofensivo la pregunta, me respondió que no, que aun no lo habia hecho, y porque se lo preguntaba. Ahi comenzo el juego.


Le propuse a cambio de no hacerme ningun regalo volver a dormir juntos como habiamos hecho alguna de las veces cuando estabamos en la playa de vacaciones un dia que me quedara solo en casa, lo cual sabia que seria hoy. Sabiendo lo que pasaria de aceptar por mi mente empezaron a dibujar todo tipo de escenarios eroticos. La reacción mientras leia aquellas letras del mensaje que habia enviado fue inminente en mi cuerpo. Mi pene nuevamente estaba a erecto y duro. Mis pulsaciones se aceleraron hasta el punto que a la vez que sujetaba con una mano el telefono y releía aquella frase, una y otra vez, con la otra me daba pequeñas caricias y sacudidas por el miembro.


No tardo ni 5 minutos en replicar al ultimo mensaje aceptando. Pero todavia estaba extrañada porque deseaba eso como regalo y no otra cosa. Tal grado de excitacion tenia y que no pude reprimir contestar que añoraba las veces que dormiamos juntos pues me gustaba hacerlo con ella. Envie el mensaje mientrs seguia con mi juego calenturiento.


Tardo en responder, lo cual me preocupo, pare de masturbarme y tomando el movil volvi a enviarle un mensaje preguntando si me había parecido mal lo que había escrito, no tardo en responder, pero mi sorpresa fue el texto que habia escrito.


Preguntaba de estar juntos ahora si le apeteceria dormir juntos. Leyendo aquellas palabras mis ganas por masturbarme se habia multiplicado, hasta el punto que podia notar mi glande humedo y mojado, recorriendo el falo con fuerza. Mi excitacion iba en aumento, sentia como mi semen esperaba el momento para salir cuando sono nuevamente el telefono, otro mensaje me esperaba.


Un icono de imagen anexa dislumbraba la pantalla del telefono. Era un mensaje con imagen de Andrea. No dude en un instante que era una foto de ella, y mientras lo abria pensaba en que imagen perversa habría utilizado mi prima para enviarme. Abro la imagen. Un largo y frío escalofrío recorre mi falo dejandome al borde de una eyaculacion sin estar tocando mi pene.


No daba crédito a lo que estaba viendo. Mi prima Andrea se había bajado la parte inferior de su pijama mostrandome su ropa interior, colando las falanges de una de sus manos dentro de su ropa interior de manera insinuante. Aquello me excito, no lo esperaba. Giraba nuevamente un clip, estaba llegando otro mensaje con otra imagen. Esta vez era mas erótica y perversa, marcaba sus nudillos sobre aquella aparente tanga blanca, justo donde su sexo se parte en dos. Intuyendo con la vista que estaba tocando sus labios vaginales, insinuando que se se estaba masturbando. Y esta vez una frase muy provocadora. "¿Que dices...? ¿Te apetece dormir conmigo... o jugar a mayores...?"





Me derretía de gusto, dos fotos de mi prima, ¡¡¡mías!!!. Respondí al ultimo mensaje afirmando su pregunta y añadiendo que mas cosas también. En lo que duro la noche ya no me respondió mas, di por hecho que quizás se habría quedado pensativa por mis palabras, o tal vez que se habría quedado dormida despues de masturbarse y tener su orgasmo. Tras un tiempo me arrepenti de no haber correspondido a sus mensajes con foto enviandole a ella una de mi pene empalmado y duro; pero aunque que me apetecia, lo reconozco, y lo deseaba.. No sabia si seria contra producente. Al final y tras masturbarme y eyacular limpiandome a las sabanas de la cama me dormi.


A la mañana siguiente no hubo mensajes ni llamadas ni comunicacion alguna, estaba dubitativo por si algo le habria sentado mal y para no parecer que la cosa me interesaba tanto deje el asunto correr. Esa misma noche me mando un mensaje pidiéndome disculpas, pues se había quedado dormida. Preguntando si me habian gustado sus fotos, suplicandome que no se lo dijera ni enseñara a nadie, al igual que confesaba que tambien le había gustado lo que le había respondido y que le encantaría probarlo aunque le daba miedo todo aquello al ser primos, por si nos pudieran descubrir, sino si fueramos amigos no le importaria lo mas minimo.


Sin pensarlo dos veces baje la ropa interior y tomando bien el móvil enfoque a mi pene, en estado un poco flacido, y envíe esa imagen sin mas. Me gustaría que tus manos tocaran esto, y las mías donde tocabas tu ayer. No se lo pensó dos veces y respondió con premura, pregunto si esa imagen era mía, a lo cual respondí que si lo era. Y sobre el miedo de que fuéramos primos le respondí que yo tambien pensaba lo mismo.


El siguiente mensaje fue mas provocador, insinuando si aun era virgen, a lo que respondí que si, y si veía vídeos porno a lo que también respondí afirmativamente. Tras lo cual me respondió que estaba interesada en mi propuesta de dormir la siesta conmigo y si yo aun seguía queriendo. Fui un poco cabroncete y no respondí. Termine de correrme mientras miraba las fotos que ella me enviara la noche anterior.


Llego mi cumpleaños al cual asistieron familiares, amigos y vecinos. Pero mi mayor y mejor regalo fue cuando ella apareció. Andrea era una chica Rubia con su larga melena suela y aquellos ojos claros de color azul, sus pechos aun pequeños pero desarrollándose, llevaba puesto un vestido negro mostrando sus piernas delgadas y esbeltas. Se acerco, me dio dos besos y saco de una bolsa que traía en la mano en regalo que mis tíos me habían hecho. Abrí como siempre con cuidado el papel que lo envolvía. Era un pijama, le di las gracias mientras preguntaba por su regalo, a lo que susurro que estrenara para ella el pijama.





De oirlo estaba nervioso, excitado, no imaginaba que se atreviera a decir eso; mis feromonas de no controlarlas esa misma noche me acostaba con ella, pero no respondí nada. La mire y le guiñe un ojo como señal de que si. Lo pasamos bien y de cuando en cuando nos dábamos miraditas, y cuando no, descubríamos el uno al otro viendonos, una veces era ella quien descubria que yo la miraba, y otras era al reves.


Termino la fiesta y despidiendo a todos, le di dos besos muy especiales en las mejillas de, y un abrazo muy especial. Esa noche como todas las anteriores me había vuelto a masturbar pensando en ella. Cuando termine mi juego me percate que habia tenido dos llamadas de ella. Quizás ella estaría haciendo lo mismo.


Se aproximaba el fin de semana y mis padres junto con mis tios ya habían quedado para comer todos juntos en nuestra casa, pero había un contratiempo. Andrea no quería asistir, la excusa era un examen, a lo cual sabia que no lo tenía. Deje pasar toda la tarde y a la noche no me hice de esperar. Le di una llamada y espere a que me contestara. Al rato otra, la cual si contesto.


Descubri que el no contestar las llamadas de la noche anterior imagino que ya no estaba interesado, asi que no deseaba verme para no pasar mas verguenza por todo lo que habia surgido durante estos ultimos 15 dias.Lo cual tras convencerla de venir le pregunte que excusa pondriamos para quedarnos en casa tras terminar de comer, y que asi podríamos estar solos para lo que desearamos hacer. Que si aun le apetecía, a mi también, y que estaba preparado para mi regalo de cumpleaños. No me respondio, y tras colgar el telefono quede pensativo.


Tardo tiempo en responder, como castigo al menos precio que le había hecho, lo cual entendía, pero cada segundo era una tortura, no cesaba de mirar una y otra vez el telefono esperando una señal, revisando por si se me había pasado de largo el que hubiera entrado en el buzón de mensajes una respuesta de ella. Los nervios empezaba a derrotarme haciendo que comenzara a quedarme dormido lentamente cuando de pronto sonó el telefono, era ella. Sin ropa interior. En un abrir y cerrar de ojos mi pene se empalmo, mi corazón latía con fuerza, hasta el borde de una taquicardia, mi glande no tardo en humedecerse, y mis ganas por masturbarme una vez mas no ceso. Tome el telefono, preparando la camara para el preciso momento justo a la eyaculación para grabarlo y enviarselo. No tarde mucho de la excitación de ver a mi prima con su sexo desnudo. Y tras enviarlo le mande otro insinuando una sorpresa especial para ella, lo cual replico preguntando que seria. Pero me quede dormido apretando la piel del prepucio, conteniendo el semen de la eyaculación.


Era sábado por la tarde, estábamos todos tras la comida familiar, Andrea y yo estábamos nerviosos, deseando que llegara nuestro momento de vernos a solas, en un momento que compartian los mayores café en la mesa ella se levanto para ir al baño, y tras un tiempo prudencial me levante yo. La esperaba a la salida para citarnos en mi habitación con la excusa de jugar a algún videojuego que me regalaron en el cumpleaños. Lo sorprendente fue al verla en el pasillo casi con penumbra, no se porque pero se me levanto una erección, a lo que ella debió percatarse porque sin reparos miro y poso su mano ahí susurrando lo mucho que le había gustado el video de la noche anterior.


De oír eso, mi excitación fue mayor, mi glande volvía estar húmedo, mojado, con ganas. Notaba la viscosidad de mi flujo adosada en la punta esperando los roces de sus manos. Tanto que me excitaba mas y mas, palpitando todo mi falo, donde aquellos roces del movimiento que mi pene tenía sobra la ropa interior me provocaban una dulce caricia sexual.


No tardaron en irse nuestros padres, despidiendoles Andrea y yo desde el piso de arriba dentro ya los dos en mi habitación...

domingo, 13 de marzo de 2011

Una partida de dardos.

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Viernes noche, y como siempre fui a la misma cafetería. Allí me esperaba el dueño, con el cual mantenía casi una relación de amistad. Llegue y pedí una cerveza, allí estaba Paula jugando con él a los dardos. Vestía un chandal gris el cual marcaba sus bragas en el movimiento de sus nalgas y una chaqueta.

Mientras revisaba la documentacion que habia cogido de la oficina levantaba la vista para deborar su cuerpo con los ojos. En ocasiones veia como sus ojos se fijaban para mi. Termine la cerveza y pedi otra. Jose, que asi se llamaba el dueño servia mi caña y me ofreció sus dardos para que continuara jugando en su lugar mientras servia otras mesas. Accedí.

Tome los dardos y haciendome pasar por novato le pregunte en que consistía el juego. Pero pronto mi farsa se destruyo, por mas empeño que ponía pronto se dio cuenta que jugaba mejor. Termino la partida y me pidió una revancha con la condición que jugara mejor, ella era muy buena lanzadora. Saque dos monedas y empezamos de nuevo, mientras se iniciaba la partida se despojo de la chaqueta quedándose con una camiseta blanca de mangas muy cortas pero que marcaba perfectamente su voluminoso busto. Mis ojos se quedaron como platos y la flacidez que había dentro del pantalón se transformo en una imponente erección.

Comenzamos la partida, y como en la anterior, en cada turno de ella me fijaba en el movimiento de sus nalgas y como se marcaban sus bragas en el chandal al acercarse al tablero para recoger los dardos, pero ahora tamien en su imponente pecho del cual buscaba sus pezones intentando dibujarlos sobre la silueta de la camiseta. La partida fue mejorando hasta el punto que al principio aproveche mi suerte y puntería buscando que se acercara pidiendo clemencia. Así fue. Me agarro de un brazo y de forma melosa y cariñosa rogaba que no fuera malo. El acercamiento se fue haciendo mayor, hasta el punto que en una de las tiradas sin reparos le di una palmada sus nalgas, solo se giro y sonrió. Lo cual correpondi en mi turno de la misma manera. No tardo en volver agarrarme con sus manos a mi brazo y de manera involuntaria toque uno de sus pechos, pero esta vez no sonrió, simplemente correspondio tocando con una de sus manos en mi pantalón, y al percatarse de mi ereccion palmo el bulto ligeramente.

Si, deseaba tocar yo también su sexo de igual manera. Pero solo esperaba calentar el ambiente y llevarme a Paula conmigo para tener sexo. Termino la partida y esta vez fue ella quien pidió una ronda de cervezas y empezamos otra. Ninguno de los dos queria perder.

Ya era madrugada y no quedaban clientes en el bar, mientras Jose comenzaba a limpiar nosotro continuamos con nuestra calida y humeda partida. Paula cada vez estaba mas melosa, quizas las cervezas le habia afectado un poco mas a sus ansias y ganas de sexo. Lo cual demostraba en los manoseos con que a veces me tocaba, provocandome mas, abultando mas mi ereccion y acrecentando mis deseos por hundir todo el falo de mi vigorosa ereccion dentro de su sexo. De pronto perdi la nocion de la partida para adivinar en que parte del bar estaria limpiando Jose. Tocaba el turno de Paula, me percate que Jose no estaria cerca asi no lo dude dos veces, me acerque pegando mi cuerpo tras sus nalgas y meti mis manos por dentro del chandal de Paula. Llegue a sus bragas, y sin mucho reparo deslice los dedos hasta llegar a su sexo.

Estaba humedo, calido, y un tanto viscoso, lo cual me excito, hasta el punto que note como en la punta de mi miembro florecieron las primeras gotas. Notaba ahora yo tambien mi glande humedo y con ganas de mezclar mis jugos con los suyos. Masajee un poco su clitoris para estimularlo, y comprobar la reaccion de Paula. No se hizo de esperar y sus mano se extendio hacia atras, frotando y palpaldo con desespero mi pantalon, provocando que mi cuerpo reaccionara sobando ahora sus pechos. Pude comprobar como sus pezones asomaron a la camiseta. Aquellos dos bultos no los habia notado antes. Pero un ruido alerto la proxima presencia del dueño y continuamos la partida, pero ahora los dos descentrados.

Continuamos las tiradas como si no hubiera pasado nada, Jose volvia a estar en el fondo del local, y tocaba el turno de Paula. Baje ligeramente la cremallera del pantalon y me adose nuevamente a su espalda, y rodeandola con los brazos, aprete su vientre obligandola a arquear su espalda, y si esperarselo baje de un tiron su chandal y bragas hasta la altura de sus ingles, frotando la ereccion por sus nalgas buscando sus labios vaginales. Pero un ruido hizo que Paula gritara del susto, nos acomodamos y terminamos sin mas la partida. Pagamos y marchamos en busca de un lugar tranquilo.

Llegamos al portal de su vivienda. La luz era tenue, no tenia ascensor, tan solo aquellas escaleras continuaban hacia abajo dando al acceso al garaje. Nos arrinconamos alli donde nadie pudiera percatar nuestra presencia, y sin mucho reparo tras unos besos desesperado de pasion y sexo comenzamos a manosearnos y masturbarnos. Sus manos no daban apurado a soltar el cinturon y bajar la cremallera para tomar mi largo y erecto pene humedo. Mientras que las mias no llevaron demasiado trabajo y esfuerzo en introducirse dentro de sus bragas para masturbarla.

Esta mas humeda que la primera vez que esmilara su clitoris. La chaqueta estaba abierta y sus pezones marcaban su figura sobre la tela, tomandola por la espalda separe los ojales del sujetador, liberando sus pechos, descubriendo que aquellas figuras abultaban mas. Sin mayores reparos levante sus camiseta comenzando a lamer y chupar sus pezones, succionando lentamente con los dientes aquellas piedras duras y empitonadas que tenia mientras sus manos comenzaban a recorrer de manera acelerada todo el tronco de mi miembro, derritiendome con sus rudas caricias.

Nuestros labios se volvieron a encontrar mientras sus manos seguian estimulando y palpando mi ereccion, recorriendo el tronco sin cesar a la vez que las falanges de mis dedos empujaban por el interior de su sexo provocando que se mojara mas aprovechando para tambien apretar y retorcer sus pezones buscando que endurecieran mas, chupando con los labios y mordiendolos suavemente con los dientes. Era tal la excitacion que Paula comenzo a liberar pequeños y hondos gemidos.

Bajamos cuatro peldaños y gire su cuerpo, obligandola a ponerse a cuatro patas, apoyando sus manos en la parte superior de las escaleras y tomando mi falo comence a penetrarla, empujando con fuerza contra el interior de su sexo tomando sus caderas con las manos para aumentar mas el ritmo y dar mayores sacudidas y embestidas contra su sexo. Paula solo daba pequeños quejidos que aumentaron hasta ser hondo y profundos gritos. Por mi cuerpo recorrian largos escalofrios que premonizaban una pronta eyaculacion. Me separe y bajando un par de peldaños me sente, y tomandola por las nalgas la agache hasta dejar su sexo a la altura de mis labios comenzando a comer su sexo.

Estaba humedo, calido, viscoso, mojado, mi lengua no cesaba de lamer sus labios vaginales, los cuales di par de mordiscos suaves pero buscando su excitacion. Mi boca se adoso a la altura de su clitoris y haciendo chupon sucionaba buscando que se erectara al maximo, tragando todo nectar que me regalara el interior de su sexo. A lo que correspondia dandomelo todo. Di un hondo y profundo respiro mientras vertia un poco mas, habia llegado un orgasmo precedido de espasmos que sus piernas no pudieron disimular. Se levanto y bajo los peldaños que nos separaban.

Giro su cuerpo, poniendo su espalda contra mi pecho y agachandose lentamente tomo con sus manos mi pene colocando frente a su sexo, meneando sus nalgas y comenzando a cabalgar. Su busto se movia como pocas mujeres habia visto mover. Las tome con las manos y procurando aumentar su ritmo y excitacion aprete sus pezones que aun seguian duros. Sus manos comenzaban a flaquear del ejercicio, y no daban a soportar la tension y el peso de su cuerpo para lo que apoye mis manos en sus nalgas ayudando a que se meneara con mayor rapidez, y aprovechando para tomar el agujerito de su ano para jugar con mis pulgares en el. Dilataba de manera perfecta lo que me sugeria pensar que su ano ya habia sido probado. Ensalibe mis dedos y moje insistentemente su agujero, buscando que lubricara para mi. Pero no me dio tiempo, sus piernas siguieron moviendose hasta encontrar mi ansiada eyaculacion a lo que agradecio siguiendo con el movimiento de caderas hasta el final, para luego levantarse y agachandose frente a mi lamio todo el flujo que mi sexo no habia vertido en su interior para tragar hasta la ultima gota de semen que aun quedaba adosaba. Dio una sacudida y bajando toda la piel que cubria mi glande acerco su lengua y mirando para mi lo lamio y sin levantar la vista lo trago.

Me miro y mientras me levantaba del suelo me pregunto si aun tenia tiempo y fuerzas para terminar en su apartamento, a lo cual acepte mientras le devolvia el sujetador.

viernes, 4 de marzo de 2011

Diario de una infidelidad en trio.

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Su sexo emanaba flujo sin cesar. Mi tronco parecía una bujía sin apenas sufrir fricción mientras su cuerpo subía y bajaba recorriendo los centímetros de mi pene. Sus pechos se meneaban a la vez que mis manos acompañaban a sus pezones con los dedos, retorciéndolos leve y suavemente como si fuera un acelerador. Dando pequeños tirones que se hacían mas fuertes para que se moviera con mayor rapidez. Exhalados y poseídos por el placer alguien entraba por la puerta. Era su novio, y nosotros "follando" como dos universitarios desesperados por tener sexo. Apenas cerro la puerta la cara de Sonia sonrojada se paro y miro fijamente para su chico. Yo tan solo cerré los ojos esperando la furia de quien había traicionado su confianza. Sonia desnuda se levanto, se acerco a el, y sin decir una palabra acerco su mano a la entrepierna de su pantalón, manoseándolo, bajo la cremallera y se agacho, saco un tremendo pene flácido que crecía, comenzó a lamerlo con ansias. Moví mi cuerpo como si fuera un gusano y me coloque bajo las nalgas de ella empezando a lamer nuevamente su sexo, a la par que ella sacudía con fuerza el miembro de el.

Sus manos dejaron de tomar aquel miembro largo y grueso, para posarse en sus nalgas y abrir su ano, insinuándome que lamiera su orificio, de buen grado lo hice, sin rechistar aunque nunca antes hubiera hecho eso. La cosa cambiaba, ahora era sexo para tres. Un par de chupadas y lamidas basto para que Sonia introdujera un dedo en su ano que empezaba a dilatarse cada vez mas. Se levanto y desnudo a su novio. Le tomo de la mano, y le pidió que se agachara, y tomo la posición que tenia antes de que el entrara por la puerta. Y con el mismo recital tomo semejante pene agachándose para él comenzando a ser penetrada e incrementando los movimientos todo bajo la atenta mirada de mis ojos que no daban crédito a lo que me estaban regalando.

Hice ademán de agacharme a por mis cosas, y soltando una mano del suelo tomo la mía y mirándome a los ojos me pidió que terminara lo que había empezado con la lengua. Se acostó contra el pecho de el dejándome su ano a la vista. Solo un par de sacudidas basto para poner nuevamente mi pene duro y erecto. Ensalive el tronco a modo de lubricante, haciendo lo mismo con su ano, y arrodillándome tome la forma que su cuerpo tenia para adaptarme a la altura de su ano y cogiendo el falo con el glande al aire lo acerque hundiendo poco a poco y despacio mi pene en su interior.

Un largo y profundo escalofrío sacudió su cuerpo con el primer roce de notar el miembro apuntando su ano, y cada empuje mas la estremeció exhalando alaridos de placer, gimiendo cada vez que empujaba mas y mas hasta tener completamente mi pene dentro de su agujero. Ensalive nuevamente el tronco y comencé a empujar sin cesar. Agarrandome a su cintura para luego hacerlo a sus hombros.

Compartíamos dos hombres los mismos pechos, pero en ningún momento note que fuera una ofensa el que lo hiciera, sino que por momentos sentía los dedos de el como me incitaban a que apretara los pezones de Sonia, a la vez que en otras ocasiones dirigía mis manos hacia su clítoris, compartiendo el cuerpo de ella hasta darle el máximo placer. Cuando todo termino comprendí que era y había sido una de sus mayores fantasías. Lo cual de saberlo había aprovechado al máximo aquellos instantes.

El cuerpo de el comenzó a convulsionar, mientras los movimientos de cadera de Sonia se hacían mas rápidos y fuertes. Aquello me llamo la atención que mis dedos de adosaron a su clítoris, estimulándolo con rapidez también. Logrando que gimiera sin reprimirse, pronto me di cuenta que del sexo de ella salían flujos, su novio estaba eyaculando, aquello me excito e hizo que apurara los embistes en el ano de ella. Lo que sirvió para que los gemidos se transformaran en largos y profundos gritos de placer y dolor, tomando y agarrando sus pechos a lo que su compañero también aprovechaba para dar ahora tirones a los pezones. No tarde mucho yo también en eyacular y correrme dentro del ano de Sonia. Era una sensación dulce el estar derramando la miel de mi sexo en su interior. Quedándome largo rato dentro, saboreando su agujero, disfrutando de todo aquello que había vivido. Me separe, y levantándose Sonia sirvió para que el también lo hiciera. Tome mis cosas y me dirigí a la habitación para vestirme y salir otra vez por la puerta, un poco contrariado con la situación, y a la vez con el recuerdo en mi mente de lo que había vivido hace una semana.

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