Y de tantas escapadas

Despues de haber tomado algo en aquella cafeteria e intercambiar miraditas y gestos estaba preparado para ver a donde me llevaria y sobre todo saber que me depararia la noche. Habiamos quedado para intentar llevar a cabo nuestras fantasias, yo no conocia para nada aquella ciudad, pero sin embargo ella se movia como pez en el agua. Me agarro la mano y ese "ven conmigo" sabia que algo estaba por venir. Cruzabamos calles casi en zigzag de aqui alli, al otro lado; aunque la verdad al principio estaba atemorizado porque no me gustaban aquellos soportales llegamos a una puerta que por su aspecto exterior no reflejaba lo que alli adentro se escondia.

"¡¡Te va a gustar, te va a encantar, no te preocupes!!"

Entramos y era un pasillo estrecho, con una escalera de madera vieja por la derecha que subia a un altillo, lo poco que vi fue una barra y una camarera con un top, taburetes, copas al estilo martini, y un par de personas. Seguimos caminando por el pasillo y una barra larga y profunda se encontraba en el final donde un salon con varios apendices a su alrededor.

Me agarro la mano y me pidio que esperara
"Ahora vuelvo no te impacientes".
Mientras pedi como de costumbre un whisky y dos hielos.

Cuando regreso...
Estaba completamente desnuda, rapidamente me puse a cien cuando vi su cuerpo completamente desnudo, no entendia nada; solo que la sangre que corria por mis venas ardian de lo que estaba viendo, mi miembro subio como rayo, estaba... excitado de verla asi. Llego, se acerco y me dio un beso en la boca con pasion, mientras me iba desnudando.

"Tranquilo, no temas... pero tienes que desnudarte"
Empezaba a sentirme incomodo, me pasaron por la cabeza mas de mil ideas... reconozco que no me gustaba... jamas habia estado en un sitio asi, pero entre la excitacion y lo buena que ella estaba, hizo que me dejara llevar.

Su boca iba bajando a la vez que me iba desnudando de arriba abajo, lo mas delicioso que senti fue cuando me quito la ropa de cintura para abajo, sus manos tomaron mi miembro y dando sacudidas y vaivenes senti su boca como me derretia, poco tardo aquel placer, se levanto, me agarro de la mano y me llevo con ella.

Habia pequeñas salitas, eran pequeñas habitacion bien acomodadas, como pequeñas casas dentro donde cada pareja ocupaba el sitio que queria o estaba libre y hacia el amor, por lo que me conto al final, no siempre se hacian intercambios de parejas, lo mas gozoso fue el jacuzzi, alli nos metimos, habia otra pareja mas...

Me costo liberarme de mis pudores pero sus manos recorriendome las ingles y por momentos rozandome la punta del pene hicieron que mi excitacion volviera a subir y olvidarme de prejuicion y disfrutar.Se giro poniendo sus pechos frentes a los mios, me abrazo y comenzo a darme besos tan apasionados que tenia el miembro cada vez mas erecto y duro, preparado para placer... Sus nalgas empezaban a moverse y su sexo sentia como estaba buscando el mio para cabalgar, un par de meneos de su redondas nalgas con ayuda de mis manos consiguieron que mi miembro entrara en su sexo.

La otra pareja ni se inmutaba... quizas estarian viendo, quizas estarian masturbandose, quizas... quien lo sabe, ella seguia subiendo y bajando con su vientre rozando y apretando mi pene contra su vagina. Era maravillo, nunca antes habia probado eso... pero no queria desaprovechar la ocasion.

Salimos del jacuzzi y me llevo a una de las salitas, estabamos solos, lo cual me ayudo al principio, la pose sobre aquel sofa rojo y abriendole las piernas me agache y comence a comerse su sexo, fui rapidamente en busca de su clitoris, se lo queria comer entero, mi lengua como una desperada comenzo a lamerselo hasta ponerlo duro... me gusto notarlo jugoso en mi boca, poder rozarlo de cuando en cuando con la lengua para mantener su excitacion y morderlo para oir esos gemidos que me excitaba y volvian loco.

Mi lengua subia por su vagina... se derretia, estaba adiccto a senir sus pequeñas corridas en mi boca que no me cansaba de lamerle todo el sexo una y otra vez. Sabia que queria probar algo mas de mi, me incorpore, y la levante del sofa... no hizo falta decir que me apetecia, me giro y me tiro encima del sofa y abriendo las piernas se sento encima mia y comenzo a cabalgar.

Mis labios se fundian en su boca en besos dulces y excitados, sus pechos estaban totalmente acariciados con mis manos, dandole roces con los dedos y pequeños pellizcos en los pezones, le gustaba, le gustaba mucho porque con sus manos me apretaba a las mias contra sus pechos, por momentos recorria su cuello sus hombros y sus orejas, estabamos los dos solos... era una suerte disfrutar del sexo de aquella manera.

Se levanto y se acosto en el sofa, dejandome las nalgas al aire, viendose perfectamente su sexo, estaba a cuatro patas, me agache y volver a lamerse su sexo con aquel rico olor a mujer... se derretia otra vez mas, no lo pense mas y volviendo a tomar mi pene con la mano la penetre hasta lo mas hondo que podia, un rico gemido fuerte tuve como recompensa, que gusto, segui penetrandola con mas fuerza y vitalidad... ella se retorcia de placer y gemidos que me regalaba, era profundos, eran tan profundos que me hacia estremecer y excitar a la vez... quizas sus gemidos me apuraron aun mas la excitacion, aproveche para ensalibar su ano con mis dedos... rozandole con un dedo todo su ano... lo estaba dilatando pero entre gemido me pidio que no lo hiciera, que no le gustaba... pero que si le gustaria que terminara de correrme en su boca... que le gustaria sentir mis chorros dentro.

Asi lo hice en el momento en que sentia que algo subia me aparte, se giro y sentada en el sillon... abrio la boca y comenzo a chupar sin mucha prisa, lamiendo y comiendo todo lo que mi miembro expulsaba, sus manos hacian vavienes lentos que iban aumentando a medida que ya no quedaba mas que probar.

Se levanto y me llevo con ella a donde dejo su ropa, alli estaba la mia tambien, nos abrazamos y nos dimos unos besos apasionados, me habia gustado compartir alli con ella mi primera experiencia sexual tanto con ella como en libertad. Salimos y me llevo a donde dejamos el coche, aunque me ofreci llevarla a casa al final prefirio hacerlo por si.

Al llegar a casa, tan excitado estaba que no pude resistir el llamarla, no serian mas de 10 minutos de auntentico placer, ojala pudiera grabar sus gemidos para oirlos cuando pienso en ella.