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jueves, 9 de junio de 2011

En el salón

4 comentarios
Sentados en el sofá viendo la televisión noto como tus piernas se mueven, en un abrir y cerrar de ojos tus nalgas se sientan sobre mis piernas, tus piernas atrapan las mías, y tus manos desatan el nudo de la corbata y comienzan a desabrochar los botones. Como un espectador contemplando una escena erótica me quedo inmóvil, sintiendo tus movimientos y caricias. Tus caderas se mueven y siento como tu ropa interior soba el bulto se esconde en el interior del pantalón, no te hace falta comprobar con tus manos como va creciendo el miembro, el bulto cada vez crece mas, como también aumentan con intensidad tus bambeo, demostrando que te gusta sentirlo, se que lo deseas pero me harás esperar a que el momento llegue. Imagino que te estarás mojando. No importa que tus flujos manchen la ropa, otro traje limpio espera, es mas me gusta, me encanta que te mojes y corras sobre mi, como cuando lo hacemos desnudos.


Tus manos se cuelan por la camisa a medio desabrochar, tus dedos tocan mi pecho, acariciando el vello que cubre parte de mi cuerpo, no lo puedes resistir y tomas uno de mis pezones y como si fuera uno de los tuyos lo aprietas y retuerces, me excita, me derrite, me gusta como solo tu lo sabes tocar, deseo tus labios... tu lengua... tu boca... tus dientes. Muerdelo, chupalo, hazlo, hazlo, grito para mi. Todo ello sin dejar de notar mi pene erecto, duro, empalmado en su plenitud... y tu sexo deslizandose sobre la ropa interior. Hago intento de agarrarte, de poseerte, de dominarte, pero tus manos me atrapan e inclinando tu rostro sobre una de mis mejillas vas susurrando un "shhh" sobre mi oído mientras tu boca comienza a mordisquear mi cuello, no tardo en sentir unas cosquillas que se transforman en escalofríos. Mi bulto palpita, convulsiona, ya lo has notado, no lo puedo evitar. Dejo de hacer fuerza con los brazos, te dejare liberar tus deseos y fantasías sobre mi, y vuelven ahora tus manos a apretar mis pezones con fuerza, casi duele, pero es un dolor placentero, me gusta, me encanta, y las caricias de tu boca provocan que mi vello se erice, soy tuyo, no te hace falta saber que seré un animal deseoso de sexo cuando me liberes, te has asegurado que solo piense en ti y en nadie mas.


Tus pezones esperan, duros como piedras, empitonados, los noto sobre mi piel, tan solo me dejas que desabroche el sujetador, pero nuevamente me vuelves a parar. Tu sujetador te estorba, pero no te importa, no me vas a dejar que lleve las riendas. Sigues moviendote, ya has debido tener un par de orgasmo, lo presiento al notar mis piernas húmedas, se que te has corrido, pero aun así deseas mas, quieres mas...



Tus delirios invaden tu cuerpo, Tus labios comienza a descender por mi cuello, donde lo succionas despacio, siento el recorrido de tu lengua, y como me vas humedeciendo, provocando que no deje de notar escalofrios, con rapidez tus manos terminan de desabrochar los botones que faltan a donde llegan tu rostro. El primer roce de contacto de tus labios sobre mis pezones me erizan, sabes que me gusta, sabes como me gusta. Tus ojos buscan los mios mientras tus dientes comienza apretar y tu lengua lo relame. No sabes cuanto me excita, solo deseo hacer lo mismo con tu cuerpo, deseo apretar y retorcer tus pezones, sobar tus pezones. No puedo sacarme la idea mientras me sigues derritiendo, no puedo mas, deseo tomarte, deseo sacarte la ropa y... mis pensamientos me van devorando, las ansias por tomarte me excitan mas, deseo liberarme y soltar las riendas... Pero de repente cambias las estrategia.



Tus labios se separan de mi cuerpo, me miras y tus labios besan los mios, nuestras lenguas se entrelazan con deseo, compruebas que estoy poseido por el deseo, sabes que me tienes excitado, no hace falta que diga una sola palabra, te separas, y mientras tus ojos se fijan en los mios. Tus manos sacan la camiseta y el sujetador, no puedo evitar mirar para tus pezones, los deseo, muevo mi cuerpo pero es imposible tus manos apoyandose en mis hombros me empujan atras mientras tu cabeza gira de un extremo a otro... Y en un abrir y cerrar de ojos tus piernas se mueven, tus pies se apoyan sobre mis hombros, tus caderas se apoyan sobre mi abdomen y siento tus manos como bajan la cremallera del pantalon, en un abrir siento tus manos como tocan mi bulto y sacas mi pene que comienzas a jugar con boca.





Tu boca rapidamente limpio todo lo que estaba mojado, lamiendo y empapandote con la lengua de todos mis flujos. De repente paras, apartaste con coqueteo, como siempre, tu melena hacia un lado para que tu cabello no estorbara y comenzaste con el ritual con el que siempre me deleitabas. Sentia el meneo de tus manos sobre mi falo duro y erecto mientras notaba en la punta de mi verga tu lengua, circundando muy despacio todo el contorno del glande, sientiendo como te parabas sobre la abertura de la punta, buscando que salieran una vez mas las gotas de mi ser. Apartaste tu rostro hacia un lado y pude ver como tu lengua recorria todo el largo de mi pene, dejandolo mojado; para otra vez mas notarme en tu boca, tu lengua no paraba de moverse como una serpiente, humedeciendo a la vez que tus dientes apretaban... provocando que tuviera espasmos y sacudidas. Tanto te excito el palpitar que no dudaste en tragarla entera. Casi puedo sentir tu garganta. Te incorporaste y chupando mis flujos mezclados con tu saliva me miraste y sonreíste pícaramente, y tomando con las manos mis testículos comenzaste a estimularme. Estaban hinchados... crecidos... tal como a ti te gusta; apretabas con suavidad solo como tu sabes excitarme para tenerlos asi. No pude resistirme mas y mi rostro se pego a tu entre pierna, aun tapada por aquella ligera tanga, pero no me importaba. Con los dientes procure apartarla de tus nalgas y poder lamer tu sexo, queria llenarme de tus flujos. Tu olor era persistente y me estaba volviendo loco con tus caricias, no te hice esperar y mi rostro se pego, el primer roce te produjo un escalo frio, lo deseabas, tus manos soltaron mi miembro y mientras tu boca comenzaba a succionarme tus dedos apartaron la tanga facilitandome que pudiera lamer tu sexo.

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